CRÍTICA DE CINE

Dilo Alto Y Fuerte

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Dilo alto y fuerte

Cartelera España 21 de diciembre  

Título original

Haut et fortaka 
Año
Duración
101 min.
País
 Marruecos
Dirección

Nabil Ayouch

Guion

Nabil Ayouch

Música

Mike Kourtzer, Fabien Kourtzer

Fotografía

Amine Messadi, Virginie Surdej

Reparto

Ismail AdouabNouhaila ArifZineb BoujemaaMeryem NekkachAbdelilah BasbousiSamah BaricouAnas BasbousiSoufiane BelaliIsmail ElfallahiAmina KannanMarwa KninicheMaha MenanMehdi Razzouk

Compañías
Coproducción Marruecos-Francia; 

Ali n' Productions, Les films du nouveau monde, Unité de production

Género
Drama | MúsicaHip HopEnseñanza
Sinopsis
Anas es un exrapero que trabaja en un centro cultural. Animados por sus nuevos profesores, los estudiantes tratarán de liberarse del peso de las tradiciones para vivir su pasión y expresarse a través de la cultura hip-hop.
 
CRÍTICA

La semana en la que Avatar: El sentido del agua está en cartelera copando los cines, son muchos los que miran posibles alternativas. Tal vez uno espere en cine minoritarios, no tan aletargados por el febril dólar hollywoodiense, encontrar propuestas originales, miradas personales que cuenten historias más humanas e igualmente entretenidas. Películas más contenidas, de pequeñas proporciones, que luzcan por el ingenio estético. Tristemente, este no es el caso de Dilo Alto y Fuerte.    

El film cuenta la historia de Anas, un rapero que inicia carrera de docente en un centro cultural de Casablanca. Animado por su amor al rap y al hip hop incita a los estudiantes a explorar nuevas formas de expresión, a utilizar la música para hablar sobre su vida. Religión, pobreza, racismo, segregacionismo, etc. Todo puede ser contado desde un tipo de música que desafía sus más elementales raíces culturales.

El propósito de la película es encomiable, y ansío que todos aquellos que alzan la voz en busca de algo más de libertad lo consigan, pero la película no muestra solo enuncia. Habla de precarias condiciones sociales, pero no enseña pobreza. Habla de una represiva moral, pero las manifestaciones de esta son ingenuas. Así, la película se vuelve ineficaz. Solo queda un fulano, a veces tirano, a veces amable, que lleva a sus chicos a reflexionar sobre sus condiciones de vida. Y esas partes son las más interesante de la película.

El film parece empeñarse en cerrarse en un cíclico eterno semi videoclip. Pero es que todo resulta reiterativo. Las situaciones, los personajes, los diálogos.  No hay la sensación de que la película avance. Estamos anclados, y eso produce hartazgo. Hay intención de trasmitir una sensibilidad que mezcle música y cine, danza y cine. Pero no conmueve, más bien te lleva al hastío. Un insípido deambular por situaciones de poco dramatismo que obedecen a no sé qué aspiración narrativa.

Dilo Alto y Fuerte es una película evidente, plana y aburrida. Los valores humanos algunas veces no son suficientes para conformar buen cine.