El Inocente: Una historia de amor sin amor

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El inocente

Cartelera España 5 de abril  

Título original

L'innocentaka 
Año
Duración
100 min.
País
 Francia
Dirección

Louis Garrel

Guion

Louis Garrel, Tanguy Viel, Naïla Guiguet

Música

Grégoire Hetzel

Fotografía

Julien Poupard

Reparto

Louis GarrelRoschdy ZemAnouk GrinbergNoémie MerlantManda TouréLéa WiazemskyJean-Claude PautotYanisse KebbabFlorent Masarin

Compañías

Les Films des Tournelles, arte France Cinéma, Canal+, Ciné@

Género
Comedia
Sinopsis
Cuando Abel descubre que su madre, Sylvie, que ronda los sesenta años, está a punto de casarse con un hombre en la cárcel, entra en pánico. Respaldado por Clémence, su mejor amiga, hará todo lo posible para intentar protegerla. Pero su encuentro con Michel, su nuevo padrastro, podría ofrecer a Abel nuevas perspectivas…
 
CRÍTICA

Es bien sabido que el amor surge donde uno menos lo espera y que no se pueden controlar los deseos del corazón. Esto es precisamente lo que le sucede a Sylvie Lefranc, una mujer que pasa sus tardes dando clases de interpretación a reclusos, cuando se enamora de Michel, un preso alumno suyo.

Poco antes de que este salga de la cárcel, los dos se casan con Abel, el hijo de ella, como testigo. Una relación que él no ve con buenos ojos, tanto por el pasado criminal de Michel como por la experiencia con las anteriores relaciones de su madre.

Se nos presenta esta distópica boda como el culmen de la relación de ambos, como el cenit del amor que los une, aunque al poco veremos que no todo es tan de color rosa como parece. Abel, en su afán para proteger a su madre del dolor de la decepción, investigará, junto con su amiga de la infancia, Clémence, a su nuevo padrastro. La tensión entre ellos irá en aumento como más cerca esté de la verdad que oculta Michel.

Lejos de ser una película de espías ni de detectives, El Inocente pretende entablar una conversación sobre el amor con nosotros. Cómo el pasado nos moldea en futuras relaciones, de cómo los amores anteriores nos impiden abrirnos completamente a nuestra pareja, de los sentimientos escondidos tras un abrazo, una sonrisa o una amistad y del cariño que puede tener un hijo hacia su madre.

Lamentablemente, la trama se pierde en detalles ajenos a esto para intentar dar unas notas de suspense y humor que impiden profundizar en esta narrativa. Aunque por momentos si consigue traer el tema y exponerlo en pantalla, queda diluido entre otras subtramas y el mensaje se pierde.

La película sigue exclusivamente a Abel Lefranc en todo momento, dejando de lado a su madre y su nuevo esposo. Este último si retiene una parte importante del peso de la película, pues la obsesión del protagonista con él influye en ello, pero, sin embargo, la historia de amor que empieza en prisión queda, no ya en un segundo plano, sino en una anécdota olvidable.

Además, el desarrollo del treintañero Abel es mínimo, de hecho es nulo si omitimos su catarsis al final del film. El del matrimonio, peor aún, pues el guion los abandona. Dejando a Clémence como el único personaje al que vemos crecer y evolucionar, la auténtica protagonista.

La dirección así como la producción son más de cuestionables, aunque su calidad no es mala ni mucho menos. La cámara mantiene un granulado incómodo en pantalla que hace recordar a los telefilms de baja calidad de los 80, más aún estando acompañada por la banda sonora de la época.

El abuso del zoom digital es malsano y provoca más de una carcajada involuntaria. Aun así, es interesante el uso de algunos recursos visuales como por ejemplo la pantalla partida en un momento dado para dar dinamismo. Aunque todo queda deslucido por la escasa estabilidad de la imagen que, más que aportar una visión cercana y natural, nos saca de la inmersión y desmerece todo otro esfuerzo en el montaje.

En definitiva, El inocente es una película de amor más, como muchas otras, pero que rehúsa hablar de su tema principal. El nulo tratamiento del romanticismo, el miedo de los personajes a expresar sus sentimientos (y el de los actores de interpretarlos), la inclusión forzada de una trama de acción que no encaja por ningún lado y los ocultos motivos del guion para no dar espacio a los demás personajes, hacen de esta una obra incompleta.

Una suerte de historia sin rumbo ni objetivos que, más allá de conseguir alguna risita tímida en la sala, no llegar a calentar nuestros corazones como otras muchas grandes historias de amor del cine francés.