Es tu primer largometraje como director y guionista, ¿por qué decidiste embarcarte en esta historia? ¿cuál es la semilla que originó todo esto?
Cuando realizaba cortos contaba historias desde aquello que conocía y que me emocionaba, ya fuera porque era algo cercano a mi o porque lo he vivido. Cuando pude dar el salto a hacer largometrajes, quería seguir esa línea, hacer una película sobre la juventud y el momento vital que estaba viviendo en ese momento y de ahí viene el germen. Cogí un montón de sensaciones y de anécdotas mías y de todo el imaginario de mi grupo de amigos y lo mezclé con muchísima ficción. Esa coctelera dio lugar a El que Sabem.
¿Tienes un grupo de amigos como los de la película?
Hay muchos elementos que pertenecen a mi grupo de amigos, aunque como he mencionado, también hay muchísima ficción. A pesar de ello, cuando mis amigos vieron la película se reconocían en muchas cosas, me decían: “esto soy yo o esto es lo que hemos vivido”. A la mayoría los conozco desde el colegio y es genial el poder conservar estas amistades desde hace tantos años, son mi hogar. Ahora lo que estamos viviendo es la incorporación de nuevos miembros como novios, novias, gente nueva que no conocemos y somos muy festivos, y todo esto quería que estuviese muy presente en la película.
Hay una parte que se graba en las Fallas, ¿cómo pudisteis grabar eso en plena pandemia?
Justo cuando íbamos a grabar las partes de las Fallas, se cancelaron por la pandemia. Después nos confinaron y no hubo Fallas hasta septiembre de 2021, que fueron unas Fallas atípicas, fuera de tiempo y de lugar. Como no sabíamos cuándo íbamos a tener nuestra fiesta en su mayor esplendor, hicimos un trabajo de trampantojo y truco cinematográfico. Por suerte teníamos un metraje grabado de las Fallas del 2019 y el resto se hizo en un set con actores e iluminación falsa. Fue una de las secuencias más bonitas y más emocionantes de todo el film porque los figurantes eran falleros reales, y mientras les iba dirigiendo: “ahora pasa la traca, ahora se quema la falla, ahora cantáis el himno”, en el plano en el que Nakarey se enfrenta de nuevo con el fuego, había una gran emoción en el ambiente. Mientras todos estaban cantando el himno, la gente se emocionó, porque no sabíamos cuando íbamos a tener unas Fallas de nuevo e incluso la Fallera mayor rompió a llorar de la emoción, y nos puso a todos la piel de gallina. Sin duda, uno de mis momentos favoritos de todo el film.
No te planteaste en ningún momento el hacer la película en valenciano hasta que te dieron la opción ¿cómo fue todo ese proceso?
La película iba a transcurrir en Valencia e iba a ser en castellano, pero a partir de una ayuda en Valencia dije ¿por qué no en valenciano? Es mi lengua materna, la primera lengua que hablé, al fin y al cabo, pero nunca pensé lo difícil que iba a ser la distribución. Conseguimos varias ventas internacionales y la distribución en Estados Unidos antes que en España, donde lo que nos solían decir era que el valenciano nos iba a limitar, cuando realmente lo que hace es enriquecer la película. Fue un clic que me hizo en la cabeza, un prejuicio desbloqueado que me hizo plantearme por qué no se hacían películas en valenciano. Menos mal que hay ayudas que pretenden cambiar esto y que quieren enseñar la riqueza cultural que hay en España. Para mí muy importante que esté en valenciano, pero no el que se suele oír en las ficciones, el valenciano estándar que intenta aunar todas las variedades que hay, sino el de la zona del sur de Valencia y me encanta que se pueda enseñar esto.
Con Alcarrás y As bestas están empezando a emplear más lenguas en el cine de España que no es solo el castellano, ¿tú crees que tu película está también contribuyendo a que se hagan películas mucho más autonómicas y que se puedan enseñar más facetas de España?
Alcarrás y As bestas son maravillosas, son el transatlántico y el rompehielos que están abriendo camino de que se puedan hacer este tipo de películas. Mi película es una contribución más de que haya una ficción más que hable de algo universal pero que también de quiénes somos como pueblo, de cómo entendemos la vida, cómo nos relacionamos, cómo nos descubrimos a nosotros mismos de alguna manera… Estoy orgulloso de esa aportación a la ficción nacional porque es una lengua cooficial que no suele ser la habitual y espero que a partir de ahora se puedan hacer más películas así.
El que saben se ha estrenado en un festival de la India con más de 1000 personas, ¿cómo ha sido para ti esa primera experiencia con tu ópera prima?
Fue una experiencia impresionante porque me di cuenta por qué las diferencias son importantes y cómo nos hace conscientes de lo que nos une como seres humanos. Cuando estrenamos en la India, eres consciente de que hay un fondo universal de querer contar historias, pero de repente la película cobró unas líneas de unión con Bollywood, con una dinámica de espectáculo y una forma de entender el cine que tiene mucho en común con las Fallas, y todo esto surgió de forma natural. Fue mágico cómo una sala en la India se reían con Rosita, con Marga, con los chicos… todo funcionó y fue precioso que frente a todos los prejuicios que tuvimos que escuchar, la película encontró su espacio y su lugar y que se hizo grande cuando llegó al público, cuya respuesta ha sido muy positiva. Es un gran orgullo que siendo una producción tan modesta hayamos conseguido todo esto, para mi es todo un logro.
Como creador es complejo mantenerse cuerdo hasta el final y sobre todo con todas las circunstancias que vivisteis ¿Cómo fue el proceso desde preproducción hasta postproducción?
Pues a parte de tener la pandemia de por medio fue todo un proceso en el que había que dar pasos conforme se desarrollaba todo. Estuve muy centrado e intenté mantener un estado de calma y abierto a ver todo lo que me rodeaba, porque no podía permitirme tener ideas fijas, todo cambiaba en cuestión de un día para otro, por lo que cuando veía algo que debía ser cambiado y que merecía la pena lo hacía. Estuve en una posición flexible y receptiva a escuchar y todo el proceso fue así, y creo que el resultado lo refleja. Tenemos un equipo que es una familia y ese ambiente también me ayudó muchísimo a que todo saliese bien.
Hay un proyecto ahí pendiente, ¿puedes desvelar algo?
Estamos completando la financiación, pero es la adaptación de una obra de Jordi Casanovas, el autor de Jauría. He decidido adaptar su obra Valenciana, que cuando la leí me enamoraron sus personajes y su historia. Es un salto frente a El que Sabem porque es una producción mucho más grande, pero tengo muchas ganas de empezar con ese proyecto, pero no puedo desvelar nada más por el momento, lo único es que también será en valenciano.
¿Contarás con alguno de los actores de El que Sabem?
Sí, estará Tania Fortea como una de las tres protagonistas, y por supuesto con el resto espero poder realizar proyectos muy pronto porque ha sido un honor trabajar con todos ellos.
