CRÍTICA DE CINE DE ESTRENO

La inspiración. El gran Pirandello: Demasiado convencional para la extrañeza

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La inspiración. El gran Pirandello

Próximos estrenos España 3 de marzo

Título original

La stranezza
Año
Duración
93 min.
País
 Italia
Dirección

Roberto Andò

Guion

Roberto Andò, Ugo Chiti, Massimo Gaudioso

Música

Emanuele Bossi, Michele Braga

Fotografía

Maurizio Calvesi

Reparto

Toni ServilloSalvatore FicarraValentino PiconeGiulia AndòRosario LismaAurora QuattrocchiDonatella FinocchiaroGalatea RanziFausto Russo AlesiFilippo Luna, ver 5 más

Compañías

BiBi Film, Tramp Ltd, Medusa Produzione, RAI Cinema, Amazon Prime Video

Género
ComediaDrama | Años 20
Sinopsis
Durante un viaje a Sicilia en 1920, Luigi Pirandello conoce a Onofrio Principato y Sebastiano Vella, dos actores que ensayan un nuevo espectáculo con los actores de su dramaturgia amateur. Este encuentro trae grandes sorpresas.
 
CRÍTICA

Cuando Luigi Pirandello estrenó Seis personajes en busca de autor en Roma en el año 1921, poco se imaginaba que aquella pieza acabaría deviniendo no solo una de las cimas de su trayectoria, sino del teatro del absurdo en general, así como uno de los exponentes básicos del metateatro.

La historia de seis figuras de ficción que se presentan ante una compañía teatral a causa de que su creador no los ha rematado en su concepción fue incomprendida, granjeándose abucheos, insultos y proclamas como “¡Manicomio!”, ante los rompedores delirios en escena que acababan de ver.

Sin lugar a dudas, una locura que generó una sensación de extrañeza que se propagaba por donde se representaba, de ahí ese título original para el film que nos ocupa, La Stranezza, aquí traducido por un más vago La inspiración. El gran Pirandello.

Roberto Andò deja atrás sus dramas de tintes políticos e intrigas para filmar abiertamente su primera comedia, con la que fabula de dónde salió la luz para que el dramaturgo italiano produjera esa obra esencial del teatro mundial.

Lo hace a partir de un viaje de Pirandello a su Sicilia natal en 1920, con la excusa de dar un discurso y la obligación de quedarse unos días más a raíz de la muerte de un ser querido. Sufriendo una crisis creativa, durante su estancia conoce a un par de actores de corte popular que están montando un espectáculo.

La película examina la creación y ejecución teatral en forma de vodevil, una bufa italiana tradicional que imagina y juega con la realidad y la ficción en todo momento.

No obstante, el conjunto no termina de cuajar porque la comedia ni los diálogos brillan particularmente, así como un primer acto caótico con el que es complicado vincularse a los personajes, sin lograr atrapar al espectador a pesar del buen punto de partida.

Quedándose a medio gas, la segunda parte avanza de un modo más centrado y uniforme hacia un desenlace de una cierta belleza, pero en general deja la impresión de ser una obra desnortada, sin determinarse por ningún camino, rastreando una definición cuyos autores no le proporcionan, como esos personajes en busca de autor.

Esto podría pasar como espejo con el texto que quieren recrear diegéticamente, pero la funcional y clásica puesta en escena no van acorde con la experimentación que esta idea podría sugerir, de manera que se es más partidario por descartar esta lectura de un guion que, a fin de cuentas, lo que falta es más foco.

La fiesta es levantada por un reparto convencido, en el cual Toni Servillo vuelve a hacer gala de su solemnidad y carisma, junto a una troupe de cómicos entregados a la causa.

Aun con buenas intenciones, se echa en falta más disparate y extravagancia con la que acercarse a la fascinante mente de un maestro que, 13 años después de romper los esquemas en aquel teatro de Roma, ganó el premio Nobel de literatura.