martes. 16.04.2024
Irati-713549246-large
Irati-713549246-large

Irati

Próximos estrenos España 24 de febrero

Irati

Título original

Irati
Año
Duración
114 min.
País
España España
Dirección

Guion

Paul Urkijo Alijo

Música

Maite Arroitajauregi, Aránzazu Calleja

Fotografía

Gorka Gómez Andreu

Reparto

, ver 6 más

Compañías

Bainet Zinema, Ikusgarri Films, Kilima Media, ETB

Género
FantásticoAventurasAcciónDrama | Edad MediaSiglo VIIIMitologíaCapa y espada
Sinopsis
Siglo VIII. El cristianismo se extiende por Europa mientras las creencias paganas desaparecen. Ante el ataque del ejército de Carlomagno atravesando los Pirineos, el líder del valle pide ayuda a una diosa ancestral. Mediante un pacto de sangre, derrota al enemigo dando su vida a cambio, pero antes, hace prometer a su hijo Eneko que protegerá y liderará a su pueblo en la nueva era. Años más tarde, Eneko afronta esa promesa con una misión: recuperar el cuerpo de su padre enterrado de forma pagana junto al tesoro de Carlomagno. Pese a su fe cristiana, necesitará la ayuda de Irati, una enigmática pagana de la zona. Los dos jóvenes se adentrarán en un extraño e inhóspito bosque donde “todo lo que tiene nombre existe”.
 
CRÍTICA

Cualquiera que haya estado al corriente de la actualidad cinematográfica de los últimos años ha podido apreciar un momento dorado que está viviendo el cine hecho desde Euskal Herria, orgullosamente rodado en lengua autóctona y aprovechando su propia tradición popular para construir historias. A este considerable impulso, del que forman parte el trío Moriarty (Jon Garaño, Aitor Arregi y José María Goenaga) o ese Akelarre (2020) de Pablo Agüero, ha contribuido firmemente Paul Urkijo, cineasta vasco que desde su filmografía potencia la mitología oriunda con una mezcla de la fantasía medieval que le apasiona desde su infancia, desde John Boorman hasta Matthew Robbins.

Varios de sus cortos fueron el campo de pruebas para trasladar unos códigos de corte universal poco explorados en la cinematografía de su tierra a sus ambientes cercanos en épocas remotas, hasta llegar a su debut en el largometraje con Errementari (El herrero y el diablo) (2017). Con Irati, Urkijo da un paso adelante en un proyecto de escala y sofisticación mayor, entregando una aventura a la vieja usanza bastante disfrutable que aprovecha la singularidad de su lugar.

Tomando e interpretando libremente el cómic de Juan Luis Landa y Joxean Muñoz Otaegi, Urkijo cuenta la leyenda del origen del nombre del fastuoso bosque homónimo entre Navarra e Iparralde mediante una historia de promesa del héroe al padre de guiar al pueblo a una nueva era. Este viaje del héroe paradigmático sirve como pretexto para desplegar también una contraposición entre fe y paganismo muy propia del siglo VIII que vigoriza la película y aporta algo más que la mera diversión.

También acierta al compartir el papel de héroe entre Eneko e Irati, ya que la desvía de roles conservadores y la acerca a una sensibilidad más actual, con lo cual, aun corriendo en escenarios clásicos, la película destila frescura. La relación entre ellos funciona y uno no puede dejar de pensar en la figura de la ondina cada vez que Irati pasa por delante de la cámara, mágicamente encarnada por Edurne Azkarate, en una mezcla de delicadeza y seguridad. Ciertamente, los ingredientes de Irati son efectivos de por sí y hacen que los engranajes giren, pero el guion resulta algo inconcreto y disperso, dejando suceder en varias ocasiones las acciones o el deambular de los personajes un poco porque sí y sin claridad, resintiendo el conjunto un poco de una trascendencia más grande a la que, perfectamente, podría aspirar.

Lo que hace potenciar el contenido de Irati es la labor de Urkijo tras la cámara, acompañando y realzando el texto mediante una realización que exprime su presupuesto y acaba ofreciendo una factura muy competente que poco tiene que envidiar a producciones de tamaño superior. Filmar una batalla sangrienta casi en plano secuencia, servirse de la luz natural y de la oscuridad, así como sacar partido a escenarios reales ayudan a envolver el relato con una pátina viva y vibrante con la que introducir al espectador en la película y que la barrera de la pantalla se sienta más fina.

Con ecos de Legend de Ridley Scott (1985) en la hegemonía del bosque como decorado, alimentada por los cánones del género de espadas y brujerías, agitados y emplatados adecuadamente con la riqueza y particularidad de su entorno, esta trepidante oda a la Madre Tierra y a lo sagrado de la naturaleza cumple dignamente con todo lo que tiene que ofrecer, deviniendo una rica propuesta de cine popular que se refleja en modelos de lo fantástico que parecían inalcanzables y, afortunadamente, visualmente se resuelven muy bien. Y, por descontado, una notable y particular aportación más al corpus cinematográfico en euskera, que tiene que seguir creciendo.

Irati: un fantástico local cercano a sus referentes