CRÍTICA DE CINE

After: En Mil Pedazos: ¿A la tercera irá la vencida?

After. En mil pedazos

 
Título original
After We Collided
Año
Duración
105 min.
País
 Estados Unidos
Dirección
Guion
Mario Celaya (Novela: Anna Todd)
Fotografía
Larry Reibman
Reparto
Productora
Distribuida por GEM Entertainment. CalMaple, Frayed Pages Entertainment
Género
Drama. Romance | Secuela. Young Adult. Adolescencia
Sinopsis
Ha pasado el tiempo, y Hardin (Hero Finnes Tiffin) todavía no se sabe si es realmente el chico profundo y reflexivo del que Tessa (Josephine Langford) se enamoró, o ha sido un extraño todo este tiempo. Ella quiere alejarse, pero no es tan fácil. Tessa se ha centrado en sus estudios y comienza a trabajar como becaria en Vance Publishing. Allí conoce a Trevor (Dylan Sprouse), un nuevo y atractivo compañero de trabajo que es exactamente el tipo de persona con la que debería estar. Pero Hardin sabe que cometió un error, posiblemente el más grande de su vida y quiere corregir sus errores y vencer a sus demonios... Secuela de la película 'After'.
Distribuidora: Diamond Films España
 
CRÍTICA DE DANIEL BERNAL

Un año después del estreno de su primera entrega, After. Aquí empieza todo, llega a las pantallas españolas la segunda parte de la exitosa adaptación (comercialmente hablando) de las novelas escritas por Anna Todd: After. En mil pedazos. Si la precuela resultaba un burdo y pedante ejercicio juvenil repleto de clichés y situaciones que daban vergüenza ajena, en este nuevo trabajo encontramos una minuta mejora pese a contar con las previas flaquezas argumentales.

Al comenzar la película, percibimos un cambio de aires con el que parece que se va a distinguir de su precursora, lástima que el cambio alternativo dure tan poco. En estos primeros 10 minutos, donde Tessa ejerce de becaria en Vance Publishing, una editorial de novelas, se nos presentan nuevos personajes, entre los que se encuentra  el encarnado por el actor norteamericano Dylan Sprouse (a los fans de la mítica serie hotelera de Disney Channel les agradará su presencia), una figura que podría haber funcionado como un verdadero obstáculo en el romance entre la pareja protagonista y haber dado mucho más juego en el devenir de la trama, y es que con su actitud irónica y desparpajada, este personaje es (o podría haber sido) lo más destacable dentro de un más que pomposo elenco. Finalmente nos encontramos con un personaje mal construido, al que apartan hasta llegar al tercio final de la cinta, consiguiendo hacer inútil su presencia en pantalla.

En cuanto a los personajes ya conocidos, decir que impregnan la misma cursilería de siempre pero más fina, no tan contagiosa como nos venían acostumbrando. Uno de los grandes problemas de esta cinta es el retorno tan precipitado de la pareja protagonista, sin ningún tipo de dificultad ni óbice, prolongándose este atropellamiento en las restantes secuencias sin medida que conforman el conjunto. Tampoco encontramos elecciones óptimas de dirección, pues se le tendría que haber dado más dramatismo en los momentos más delicados. Por otra parte,se ve un atisbo de evolución a la hora de arriesgar en las escenas más sensuales, pero siguen aferrándose a la zona de confort, a la vieja guardia, no vaya a ser que los dos rombos consigan que los padres impidan a sus hijos adolescentes ver su ansiado y fogoso estreno.

En estos últimos años, hemos visto pasar por el cine adaptaciones literarias destinadas a “teenagers”. Unos sobre la amistad, otros sobre romances; unos más indies, otros más comerciales... Cada uno de ellos han podido utilizar la misma fórmula pero con un sello propio y dándole matiz y sentido a su propuesta, o bien han conseguido llegar más allá de lo siempre visto. La ventajas de ser un marginado, Ciudades de papel, Love, Simon etc. Estos serían algunos ejemplos simplificados en la gran pantalla que han sabido mostrar (unos con mayor o menor atino) la esencia de la novela con el toque justo de madurez para no caer en lo sensible o la nadería. Este crítico cree que la saga After tiene un problema en encontrar su personalidad, prefiriendo tirar de los típicos clichés sin fundamento y conformarse con contentar a sus “fangirls” que realizar un trabajo con sello distintivo propio . Por lo menos, en este caso, han pasado del sótano vacío en el que se encontraba la primera entrega a la planta baja en la que se halla esta segunda, pues el título que nos concierne no tiende a lo plomizo (cosa que a veces si conseguía su precursora) y funciona como un pequeño ejercicio de distracción, que además cuenta con unas apacibles canciones. Aun así, el ascensor tiene que subir si no quieren que la colección de Anna Todd quede en el olvido.

En conclusión, para el que escribe estas líneas, After. En mil pedazos es un instantáneo y fugaz trabajo destinado a los fans acérrimos que no pueden aguantar más de un año sin ver a Hardin y Tessa bajo los focos. Quién sabe si a la tercera va la vencida y After. Almas perdidas encuentra el hechizo mágico que todavía no han podido formular. Un claro ejemplo de que la recaudación no es sinónimo de calidad.