CRÍTICA DE CINE

Calamity: Espíritu rebelde

Calamity

Próximos estrenos España 17 de septiembre

Título original

Calamity, une enfance de Martha Jane Cannary aka 
Año
Duración
82 min.
País
 Francia
Dirección

Rémi Chayé

Guion

Sandra Tosello, Fabrice de Costil, Rémi Chayé

Música

Camillelvis Théry

Fotografía
Animación
Reparto
Animación
Productora

Maybe Movies, Sacrebleu Productions

Género
AnimaciónWestern | Siglo XIX
Sinopsis
En 1863, Martha Janes debe aprender cómo manejar a los caballos de un carruaje para poder así participar en un convoy que transita por el oeste de los Estados Unidos. Un día decide ponerse pantalones y cortarse el pelo, generando así una enorme polémica que sacará a relucir su verdadero carácter ante las innumerables dificultades que se se presentan en un mundo tan grande como salvaje y en el que todo es posible. 
 
CRÍTICA

Bien sea por la pereza que da asomarse a la cartelera semanal plagada de mediocridades o bien por la imposibilidad de abarcar toda la información previa del alud de estrenos, que, gracias a la progresiva vuelta a la normalidad, vuelven a aparecer como champiñones por los desamparados cines, lo cierto es que me acerqué a ver esta película de dibujos animados sin haber catado ni tan siquiera el tráiler oficial; y me alegro mucho de no haberlo hecho, porque la sorpresa que me he llevado ante una de las propuestas más redondas de la temporada ha sido morrocotuda. Luego uno ya se pone a indagar y descubre que el film ganó el premio a mejor película en el prestigioso Festival de Cine de Animación de Annecy en 2020 o que los hacedores son los mismos que ya deslumbraron con la muy reivindicable El Techo del mundo, estrenada hace un lustro en nuestro país, donde consiguió una recaudación total de un poco más de cuatro mil euros y fue distribuida por Pack Màgic, a quien en esta ocasión toma el relevo la también exquisita en cuanto a política de títulos se refiere La Aventura Audiovisual.

Calamity es un western animado colorido y chispeante que, entre el feminismo y la lucha de clases, nos lleva en un frenético viaje al corazón de las llanuras del oeste americano y sus paisajes monumentales. La emblemática figura de una de las pioneras de la exploración en tiempos del Lejano Oeste se había tratado hasta la fecha de manera bastante trivial y poco rigurosa. Ahí quedan Jane Russell dándole vida junto a Bob Hope en Rostro Pálido y la más popular Doris Day en la comedia musical Calamity Jane, por poner dos ejemplos glamurosos. Resulta paradójico que el acercamiento más acertado y por qué no, adulto, que se haya hecho de la figura de Martha Jane Canary-Burk retrate tan sólo sus primeros años de vida.

En el corazón de estas majestuosas pero peligrosas Montañas Rocosas se mueven alrededor de 40 carros, transportando familias en busca de una vida mejor en algún lugar de Oregón. Una comunidad sobre ruedas a la que pertenece la familia Cannary, una de las más miserables, cuyo padre torpe e hijos alborotadores trabajan en este mundo regido por el decoro y las buenas costumbres. El líder del convoy, Abraham Jacobson, sigue llamando al orden mientras su hijo Ethan, un chico brutal y moralista, se complace en oponerse a esta chica valiente y de fuerte personalidad, que es Martha Jane. De hecho, con solo 11 años, ha estado apoyando a su  padre y cuidando a sus hermanos desde la reciente muerte de su madre.

Al principio, Calamity no discute su condición y acepta, como todas las demás jóvenes del convoy, dedicarse a las tareas del hogar. Pero ante la intolerancia y la injusticia, decide escapar de este universo asfixiante y crea su propia forma de vida, entre la libertad y el descubrimiento.

Mientras imagen y sonido, animación y música compiten a la perfección para transmitir las emociones de la joven heroína lo más cerca posible, el espectador no pierde ni una migaja del camino sembrado de trampas de este espíritu caprichoso pero entrañable hacia una vida adulta libre. Una galería de personajes, tan complejos como conmovedores, acompaña esta habilidosa decodificación de una sociedad de apariencias de amarga modernidad, afortunadamente aderezada con algunos elementos subversivos, entre los que destaca la impetuosa y elegante Mme Moustache (a quien Alexandra Lamy le presta su voz) que con Martha Jane (la voz de Salomé Boulven) lleva alto y claro el mensaje feminista y ecológico de la película.

Rémy Chayé retoma la técnica gráfica que había plasmado toda la belleza de su anterior película. Personajes sin contornos se sumergen en inmensos paisajes de los que escapan sin límites una naturaleza exuberante, así como animales y hombres en perpetua acción. La música de Florencia Di Concilio, compuesta por Bluegrass (banjo, guitarra, mandolina, violín y contrabajo) y sinfonía, embellece con un toque de lirismo esta búsqueda universal de emancipación que, seguro, atraerá a grandes y pequeños. y libertad.

La información sobre la juventud de quien se convertiría en la legendaria Calamity Jane que se nos da al principio del film es bastante escasa. Sandra Tosello, Fabrice de Costil y Rémy Chayé, autores del guion, dibujan así libremente el retrato de esta adolescente, quién muy temprano quedó huérfana y abandonada a sí misma, afirmando rápidamente su independencia rompiendo así los códigos vigentes entonces entre hombres y mujeres. Sorprende, tratándose de una producción en principio dirigida a las plateas infantiles, el grado de violencia física implícita que salpican algunas secuencias resultado del enfrentamiento entre quien tiene ideas liberales y quien impone su ley a sangre y fuego.

Aquí no se andan por las ramas y si el machismo se demuestra a base de bofetadas e imposiciones varias no se dejan precisamente fuera de campo. Por supuesto todo mezclado con un espíritu aventurero y ritmo frenético, escenas de acción muy conseguidas y diálogos ágiles y con chispa, supeditados a una historia en la que subyacen unos cuantos temas de candente actualidad, y desde luego se agradece que la acción esté supeditada al guión y no al contrario, como suele ocurrir en la vacuidad de los largometrajes.

Curiosa resulta también la subversión resultante de quienes aplican el engaño para subsistir en un universo retrógrado en el que la fuerza de la tradición impide cualquier atisbo de lógica. El único personaje que ayudará a la protagonista a enfrentarse a toda su tribu se vale del disfraz para alcanzar un rango nada acorde con su condición social. Y tal como pudimos ver en otras películas recientes de animación donde la condición de mujer también estaba vetada en su evolución (Mulan y Raya y El Último Dragón) no queda más remedio que trasvestirse y hacerse pasar por el sexo fuerte.

En definitiva, el estilo impresionista aplicado encaja como anillo al dedo. Así la diversidad de decorados y personajes le permite viajar en diferentes expresiones estéticas para el deleite de los espectadores a quienes se les sirve un verdadero sentido del espectáculo.