“La correspondencia” de Tornatore: el amor en los tiempos del email

“Mi error es haberte encontrado demasiado tarde”

Una más y Giuseppe Tornatore inventa un nuevo género cinematográfico: las películas laberínticas. Después de “La mejor oferta”, “La correspondencia” vuelve sobre una historia de misterios, acertijos y enigmas, en la que es necesario algo más que inteligencia, y mucha lógica, para desenredar la madeja de un cuento romántico: de nuevo un hombre culto en los 60, como el propio Tornatore, enamorado de una mujer treinta años más joven, como la vida misma.

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Póster de La correspondencia, de Giuseppe Tornatore

Si en aquella era un subastador de arte, en “La correspondencia” la cosa va de galaxias y supernovas porque el tipo es un astrofísico que recorre las universidades de medio mundo impartiendo sus teorías y descubrimientos. Ergo, una historia de amor sideral entre el profesor y la alumna, marcada por la música de un clásico: Ennio Morricone.

Protagonizada por Jeremy Irons (ganador de un Oscar por “El Misterio Von Bulow”; “La Misión”) y Olga Kurylenko (“Un día perfecto”; “Quantum of Solace”) cuenta la historia del profesor, Ed, y su alumna, Amy, locamente enamorados. Debido a los continuos desplazamientos del profesor, mantienen una relación a distancia alimentada por una correspondencia constante y fluida.

Un buen día Ed desaparece misteriosamente, no acude a las citas ni contesta a las llamadas, pero sigue manteniendo una relación virtual a base de emails, mensajes, y también aparentemente real por medio de cartas y misteriosos paquetes.¿Ha huido? ¿Qué le ha pasado? Amy inicia una investigación muy personal, puntuada continuamente por las noticias que le van llegando del amante ausente.

“Una historia de realismo tecnológico”, ha definido esta película la critica del diario La Repubblica, Chiara Ugolini. El amor en los tiempos del correo electrónico y los vídeomensajes. Una película que Tornatore quería realizar hace tiempo pero que “hace veinte años hubiera sido ciencia ficción”, mientras que ahora resulta absolutamente banal.

Es cierto que los avances tecnológicos están modificando y condicionando nuestra forma de vida, y para Tornatore también “la forma de hacer cine. Si queremos encontrar una relación alegórica éntrelos astrofísicos, que estudian estrellas que ya no existen, y el cine, podemos decir que cuando la imagen cinematográfica llega a la retina del ojo del espectador, en el fondo ya no existe tampoco”.

Como todos tenemos cerca a alguien “colgado de un móvil” no es necesario insistir demasiado acerca de la vida de la protagonista, quien entre el examen de tesina y un viaje a la casa junto al mar que lleva seis años compartiendo en vacaciones con su amante, trabaja como “especialista” de cine, en escenas de máximo riesgo

Al contrario que en “La mejor oferta”, el misterioso de “La correspondencia” es el hombre, en una historia de amor inteligente y compleja, donde los sentimientos, insondables y misteriosos, pueden con los obstáculos y los amantes siguen manteniendo vivo ese amor, incapaz de morir pese a todo, en un universo paralelo con el de las eminencias de la astrofísica que siguen la pista a esa supernova que explotó hace millones de años, y anda perdida por el infinito.

Película de amor, y sobre el amor-“El amor que mueve el sol y las otras estrellas”-, “La correspondencia” es también un cuento filosófico y un compendio de emociones, a las que el realizador ha sumado las múltiples sugerencias de una ciencia poco frecuentada.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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