CRÍTICA DE SERIE DE NETFLIX

Dealer

Dealer (Miniserie de TV)

Netflix (estrenos destacados) 10/03/2021

Título original

Caïd aka 
Año
País
 Francia
Dirección

Ange BastergaNicolas Lopez

Guion

Ange Basterga, Nicolas Lopez, Nicolas Peufaillit

Fotografía

Julien Meurice

Reparto

Abdraman DiakitéMohamed BoudouhSébastien HoubaniIdir AzougliJulien MeuriceAbdillah AssoumaniJean-Toussaint BernardRomain Vissol

Productora

Frenchkiss Pictures. Distribuidora: Netflix

Género
Serie de TVAcciónDramaThriller | Miniserie de TVMetraje encontrado
Sinopsis
Las cosas se ponen tensas cuando dos cineastas se infiltran en una zona controlada por bandas para grabar el videoclip de un rapero. Serie francesa con falso metraje encontrado.
 
CRÍTICA DE NURIA VIDAL

En esta serie de Netflix no nos encontramos con un padrino al uso. Ni una serie al uso. Dealer es una serie francesa de diez episodios de 10 minutos cada uno. Pasa en Marsella en un barrio marginal y peligroso al que una mañana llegan un director de cine y un cámara para rodar un videoclip con un rapero que acaba de salir de la cárcel y es el papa maría y caballo y lo que sea, de esa parte de la ciudad.

En cuanto ponen los pies en ese territorio comanche, Franck y Thomas descubren que hacer un videoclip con Tony no será nada fácil. Lo que hace que Dealer destaque en medio de una auténtica avalancha de series y films sobre narcos y peleas entre bandas por controlar el espacio urbano, es por un lado el punto de vista y la forma como se cuenta, en capítulos tan cortos que no dan tiempo a los tiempos muertos, narrados con cámara subjetiva, en falsos planos secuencia usando la manera de filmar que hace más de veinte años puso de moda El proyecto de la bruja de Blair. Franck es el que sale en pantalla, a Thomas no lo vemos casi nunca porque es el que filma.

Se usan distintas cámaras y se mezclan diferentes formatos, sin abusar de ninguno y sin llegar a caer en el manierismo gracias a la corta duración de los capítulos. Dealer es una serie, si, pero conviene verla toda seguida como una película fragmentada. La combinación de ambición de poder y fama de Tony, el dealer, y de fama y prestigio de Franck, el realizador, arrastrarán a todos en una espiral de violencia tarantiniana pero modesta. Aunque son más duros que Mamá María, estos narcos no dejan de ser mafiosos de barrio, mucho menos peligrosos que los mafiosos que nos han acompañado estos días.