CRÍTICA DE CINE

El editor de libros: Vidas encontradas

En el cine, dos personajes pueden estar unidos de diferentes maneras, un objetivo común o contrario, el control de uno sobre otro… pero una de las uniones más especiales es la complementariedad.

Drama | 104 min. | Reino Unido 2016 

Título: El editor de libros.
Título original: Genius.
Director: Michael Grandage.
Guión: John Logan (Libro: A.Scott Berg)
Actores: Colin Firth, Jude Law, Nicole Kidman, Laura Linney. 

Estreno en España: 07/12/2016 
Productora: Riverstone Pictures / Michael Grandage Company 

Distribuidora: A Contracorriente Films. 

 

 

Sinopsis

Una crónica de los tiempos de Max Perkins (Colin Firth), el editor de libros más admirado en el mundo, que presentó al público a los más grandes escritores de este siglo, revolucionando la literatura americana. Incasablemente comprometido con el fomento del talento, fue la fuerza detrás de grandes estrellas literarias como F. Scott Fitzgerald (Guy Pearce), Ernest Hemingway (Dominic West) y Thomas Wolfe (Jude Law). 

Crítica

En el cine, dos personajes pueden estar unidos de diferentes maneras, un objetivo común o contrario, el control de uno sobre otro… pero una de las uniones más especiales es la complementariedad: cada cual posee algo que el otro no tiene y que necesita para dar sentido, en la mayoría de ocasiones, a su propia existencia. Y es esa búsqueda de sentido la que les unirá en el desarrollo de una trama que, al final, deberá haberles hecho evolucionar y configurar su vida de una forma distintas gracias al paso del otro. 

En El editor de libros encontramos esta unión entre los dos personajes protagonistas, y es lo que empujará la trama constantemente, agitando el resto de elementos que les rodean.

Contrarios y necesitados

Colin Firth es Max Perkins, célebre editor de libros neoyorquino, en cuya vida entrará un fresco e impredecible Thomas Wolfe (Jude Law). Estos protagonistas ven en el otro un ser diametralmente distinto a sí mismo, siendo el primero contenido y tradicional, y el segundo un ser explosivo y rupturista. 

Sin embargo, la búsqueda de Perkins de una figura masculina a la que apadrinar en el lecho de su pasión por la literatura, y de Wolfe de alguien que pueda sacar a la luz su obra les une en un tándem en apariencia inseparable, solapándose el crecimiento de esta amistad y colaboración laboral con la presentación de los personajes, haciéndonos entender sus similitudes y diferencias.

El fuego de esta complementariedad se mantiene avivado por el deseo de Perkins de trabajar con grandes talentos de la literatura, y la necesidad de Wolfe de que alguien moldee su torrente artístico en una obra de éxito. Pero, sobre todo, es la pasión por su trabajo lo que les hace seguir en una misma dirección.

El drama, sin embargo, es conflicto. Y éste se crea de forma inteligente en la base de la unión descrita. La colaboración se convertirá en un tira y afloja en el que cada uno intenta arrastrar al otro a su terreno. Escenas a priori menos narrativas y apartadas de la trama principal como la del bar de jazz son una muestra de cómo algunas veces ceden, arriesgándose a dejar atrás el resto de cosas que les definían antes de conocerse.

Personajes distintos, circunstancias distintas

A cada uno de los personajes le rodean una serie de elementos que hacen de ellos lo que son, causa y a la vez producto de su personalidad. Perkins es un hombre de familia (el apego a la misma es uno de los factores en cuestión a lo largo de la película), mientras que Wolfe se nos presenta como una persona carente de empatía y planes de futuro (más allá de ser recordado), con una pareja tan inestable como él a la que da vida Nicole Kidman. Sin embargo, son estas circunstancias las que fluctuarán como consecuencia del encuentro, y crean alrededor del hilo conductor (difícilmente cinematográfico, como la redacción de dos libros) toda una serie de conflictos que proyectan el verdadero interés de la historia, a pesar de estar muy separados en un tiempo a veces no perceptible por el espectador.

La película configura finalmente un drama con todos sus elementos en una escala de importancia alterada: el amor pierde puestos a cambio de un predominio en la historia de la amistad entre protagonistas, y acaba abarcando de forma correcta y con ritmo adecuado la exposición no de una vida, sino de una unión de trascendencia indiscutible en la historia de la literatura.