CRÍTICA DE CINE DE FILMIN

Mi Identidad Secreta

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Mi identidad secreta

Filmin (últ. incorporaciones) 8 de julio

Título original

La Place d'une Autreaka 
Año
Duración
112 min.
País
 Francia
Dirección

Aurélia Georges

Guion

Maude Ameline, Aurélia Georges

Música

Frédéric Vercheval

Fotografía

Jacques Girault

Reparto

Lyna KhoudriSabine AzémaMaud WylerLaurent PoitrenauxDidier Brice

Productora

arte France Cinéma, 31 Juin Films

Género
Drama | Años 1910-1919
Sinopsis
Nelie huye de su miserable existencia para ser enfermera de primera línea en 1914. Un día toma la identidad de Rose, una joven de una buena familia que muere delante de ella. Se presenta en la casa de Madame de Lengwil para convertirse en la lectora de esta mujer rica. Su mentira funciona mejor de lo que esperaba.
 
CRÍTICA

¿Hasta qué punto la formación del yo es la adopción de un relato que nos resulta atractivo o conveniente? Nuestra personalidad se ve mayormente determinada por factores ajenos que asumimos como propios. Pero como en toda construcción humana hay algo de autoría, algo de voluntad, que constituye el germen que eclosiona en orgullo, o, en el peor de los casos, en arrogancia. En nuestros mejores días somos como somos gracias a nuestro virtuosismo o buen criterio, aptitudes que hemos cincelando con cada paso, con cada decisión. La formación de nuestra idiosincrasia parece deambular pues entre la inconsciencia y la no reconocida voluntariedad. Este es el manido motivo narrativo de Mi identidad secreta: una enfermera que adopta la identidad de una mujer muerta para sobrevivir en tiempos de guerra.

Mi identidad secreta cuenta la historia de Nélie Laborde, una mujer de la calle reclutada por la Cruz Roja para servir como enfermera en primera línea de guerra en 1914. Un día conoce a Rose, una mujer de buena consideración social proveniente de Suiza. Su plan es cruzar todo el frente para llegar a casa de Madame de Lengwill, una aristócrata a la que no conoce pero que cree, le acogerá. Rose muere delante de Nélie, y esta decide adoptar su identidad, para así ser la advenediza de Madame de Lengwill. La fachada de su mentira se muestra solidada, y parece funcionar, pero su resultado será caduco.

La película te deja en su comienzo un poso de repetición, de poca originalidad. Un regusto que por conocido resulta amargo. Sus trazos argumentales resultan previsibles. Y parece la película convertirse en un drama de época de rigurosa moralidad. Sin embargo, algo cambia, la trama se vuelve lóbrega, con agudas aristas de mezquindad, un aspecto que alumbra el relato por complejo, reflexivo, poco maniqueo. Se despierta una intriga que a posteriori parece inevitable, y que añade un irrefrenable dinamismo a la película.

Sin embargo, el film no es del todo consciente de sí mismo, y esto le resta gravedad. Falta valentía para añadirle un cierto aire de fatalidad: arriar las velas rindiéndose al inevitable trágico final. Esto, por un lado, le hubiera añadido una catarsis más drástica, y por otro, hubiera podido despertar alguna reflexión de tipo social. Al fin y al cabo, la película habla de una muchacha de vida miserable que aprovecha su oportunidad de subir en el escalafón, de colarse en la alta sociedad. Pero ante las guerras todos somos iguales, es una maquinaria homogenizadora, que no te permite distinguir a una mujer rica de una pobre. En esta coyuntura Nélie aprovecha sus buenos modos para cambiar de vida, para renunciar a su pobreza.

Mi identidad secreta es una película funcional en todos los sentidos. Bella visualmente; con una concepción muy orgánica de las relaciones entre sus personajes; y que constituye un recorrido narrativo por una historia de lo más gratificante.