CRÍTICA DE CINE

Idrissa, crónica de una muerte cualquiera: Cine solidario

Dirigen este documental Xapo Ortega y Xavier Artigas, resaponsables de los documentales Tarajal (2016) y Ciutat morta (2014).

Documental| 94 min. | España |  2018

Título: Idrissa, crónica de una muerte cualquiera.
Título original: Idrissa, crònica d'una mort qualsevol.

Dirección: Xapo Ortega, Xavier Artigas.
Guión: Laia Manresa.
Intérpretes: 

Estreno: 15/11/2019 
Productora: Metromuster / Polar Star Films.

Distribuidora: Movies For Festivals.

 

Sinopsis

Idrissa Diallo, un joven de 21 años de origen guineano, murió de una insuficiencia cardíaca la Noche de Reyes del año 2012 en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca, en Barcelona. Las autoridades desestiman la investigación de su muerte, no informan a la familia y el cuerpo fue enterrado en un nicho anónimo. Una muerte silenciada que forma parte del gran número de historias con trágico final cuyas circunstancias están aún pendientes de esclarecerse. 

Crítica de Vicente I. Sánchez:

Idrissa Diallo fue un joven guineano que en 2012 murió en un Centro de internamiento de extranjeros en Barcelona. Las primeras investigaciones indicaban que podría haber sufrido algún tipo de crisis respiratoria y que las autoridades no reaccionaron correctamente, tardando demasiado en solicitar asistencia médica. La realidad es que cuando llegaron los servicios de urgencia el joven de 21 años ya estaba muerto.

A pesar de que numerosos testigos aseguraron que el joven se quejó desde el primer día de fuertes dolores y de que no recibió la atención necesaria, el caso fue cerrado sin profundizar y la familia no fue informada de forma oficial sobre dónde se enterró el cuerpo. Como era de esperar el caso levantó muchas polémicas sobre el tratamiento de los inmigrantes en nuestro país y sobre el papel que debían cumplir las instituciones públicas. Una de las primeras reacciones fue la creación de plataforma Tanquem els CIE (Cerremos los CIE).  Años después gracias a la labor de varias asociaciones y plataformas se consiguió localizar el cuerpo de Idrissa en el nicho 516 del cementerio de Montjuïc.

“Los directores de “La ciudad muerta” se desplazan hasta Guinea para entrevistar a los familiares del joven y para analizar el difícil contexto social y cultural en el que se movía”.

Éste es el duro contexto con el que los directores Xavier Artigas y Xapo Ortega construyen “Idrissa, crónica de una muerte cualquiera”. Un potente documental que busca analizar el problema de los inmigrantes ilegales y el tratamiento que estos reciben en nuestro país. Lo hace explicando el viaje de 5000 km que Idrissa realizó desde su país hasta nuestras fronteras.

Los directores de “La ciudad muerta” se desplazan hasta Guinea para entrevistar a los familiares del joven y para analizar el difícil contexto social y cultural en el que se movía. El resultado es un documental que no oculta el gran desencanto que siente hacia los modelos actuales de migración y sobre cómo España gestiona la llegada de inmigrantes ilegales. 

Nos encontramos ante un trabajo moral y artísticamente implicado en lo que cuenta. Durante el rodaje la productora Metromuser inició una campaña de recogida de fondos para poder hacer frente a los 10.000 euros que valía iniciar los tramites para repatriar el cadáver de Irissa a su país. Un proceso en el que la administración y la burocracia lo único que hacían era poner trabas y problemas.

Dato que transforma el documental en una herramienta necesaria para lograr un bien común. ¿Habría logrado Idrissa ser repatriado sin la ayuda de estos cineastas y de otras plataformas sociales? De esta perspectiva es difícil valorar un trabajo así solo por sus resultados artísticos. Nos encontramos ante algo mucho más profundo.

Más allá de eso habría que hablar de un documental que funciona mucho mejor cuando se limita a ser testigo de la vida ordinaria de Guinea que cuando busca el debate social. Xavier Artigas y Xapo Ortega no ocultan el espíritu crítico y el dolor que les supone la existencia de los Centros de internamiento de extranjeros. El discurso se muestra claro y directo.

La realidad es que “Idrissa, crónica de una muerte cualquiera” supone un importante ejercicio de restauración y paz para la familia de este joven. Así podemos verlo en los planos finales en los que la madre y los amigos consiguen enterrar el cuerpo de Idrissa en su pueblo natal. Una injusticia que encuentra su fin y que supone el descanso espiritual para los familiares. Allí nos encontraremos las mayores dosis de realidad, ante una madre rota de dolor y un pueblo que acabará haciendo culpable a España de la muerte de Idrissa.  No podría ser de otra manera.