CRÍTICA DE NOVEDADES DE LIBROS

Invasión De Campo, de Alejandro Requeijo, publicado por Penguin Random House

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Digámoslo ya de entrada para que quede claro y no exista ningún tipo de confusión (discusión las que queráis): hemos disfrutado mucho con la lectura de Invasión de campo de Alejandro Requeijo, un libro que algunos tildarán de necesario, otros de informativo, otros de endiabladamente adictivo y otros incluso de polémico. A nosotros nos ha parecido simplemente un libro muy bien escrito. Parece difícil aunar el aroma a fútbol viejo, aquel con el que crecimos los que ahora peinamos canas y que venía con marchamo de gol y caliqueño de tribuna incorporado, con los nuevos aires del deporte rey hipertecnificado y con esos representantes que se lo llevan crudo (derechos de imagen aparte).

El autor lo consigue con creces a base de reivindicación y denuncia, desde la valentía de decir las cosas por su nombre y la investigación profunda de los hechos relatados. Y es que se goza desde ese índice en el que los capítulos están dispuestos como jugadores que ocupan sus respectivas posiciones en el campo.

Y a partir de ahí los aficionados van a asistir a un auténtico festival del desmenuce del fenómeno de masas por excelencia que en los últimos años no deja de codearse impunemente con lo más sucio y antideportivo que se pueda echar uno a la cara.  Igual siempre fue así, aunque la nostalgia puede llevar al despiste, pero o bien por la labor entusiasta de quienes han sacado a la luz los trapos sucios que han costado más de un disgusto a los capitostes que han hecho y deshecho a su antojo o bien porque el desbarajuste es tal que la corrupción de antes palidece ante las nuevas formas de terrorismo balompédico, la realidad es que la cosita está muy mal, y tiene pinta de que va a estar peor.

Dondequiera que haya una gran cantidad de dinero, alguien, en algún lugar, denlo por seguro, no estará tramando nada bueno. Agregue energía virtualmente autónoma, un sistema que pocas personas entienden y menos aún pueden ver detrás de escena y obtendrá una especie de pesadilla en sus manos no muy lejana a la putrefacción actual en cuanto a temas como el de los patrocinadores de países de dudosa aplicación de los derechos humanos o la repartición sospechosa de las entradas en los partidos de mayor trascendencia, por poner solo un par de ejemplos rápidos de los cuantiosos que trata de forma rigurosa y a la vez amena esta recomendable lectura.

Así es como los casos de corrupción han envuelto al fútbol mundial y, más concretamente, a los órganos de gobierno que se supone deben mantener las cosas en orden. La naturaleza precisa de la corrupción que se ha revelado en la FIFA y en los organismos propios de cada país es enrevesada y complicada. También se desarrolla todo el tiempo, por lo que no nos extrañaría que el autor en estos momentos se esté tirando de los pelos ante el “Caso Negreira” y sus posibles derivaciones que se irán alumbrando a cuentagotas o ante la aparición de la revolucinaria Kings League de Piqué; aunque quizás sea la excusa perfecta para que vuelva a ponerse delante del ordenador y escribir una segunda parte aún más necesaria y deseada que la primera, lo que sin duda sería una muy buena noticia.

Otro punto a destacar es la riqueza de referencias que abundan en sus páginas. Para todos aquellos a los que le guste el deporte en general y el fútbol en particular será un placer toparse con unas cuantas recomendaciones que invitan a prolongar el placer de la lectura en otros títulos afines. Quien esto suscribe ya ha devorado dos de las obras que aparecen en Invasión de campo: Catenaccio. El arte de defender, escrito por Álex Couto, y St. Pauli: otro fútbol es posible, de Carlos Viñas y Natxo Parra.

Regalo ideal para la Diada de Sant Jordi si tienes algún familiar o amigo forofo, Invasión de campo no se lee, se devora en un santiamén.