CRÍTICA DE CINE

El Juego De Las Llaves: Jugar, jugar y volver a jugar

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El juego de las llaves

Cartelera España 13 de abril

Título original

El juego de las llaves
Año
Duración
107 min.
País
 España
Dirección

Vicente Villanueva

Guion

Marta Buchaca

Fotografía

Luis Ángel Pérez

Reparto

Fernando GuallarEva UgarteMiren IbargurenTamar NovasAlina NastaseMaría CastroJustina BustosDani TatayRichard FarréCintia García

Productora

Atresmedia Cine, Nadie es perfecto

Género
Comedia | Remake
Sinopsis
Laura lleva toda la vida con Antonio y, justo cuando se empieza a plantear si realmente esa es la vida que quiere, Sergio y Siena se cruzan en sus vidas. Sergio es un excompañero de instituto y Siena, su novia millenial que llega para revolucionar las vidas de todos. Laura, Raquel y Cris, íntimas amigas desde hace años, convencen a sus respectivos maridos para jugar a un juego que les propone Siena: el juego de las llaves. El juego consiste en que todos ponen sus llaves en un cuenco. Al azar, cada uno escoge unas llaves y este debe ir a pasar la noche con el dueño o la dueña de las llaves. Ese juego revolucionará al grupo de amigos y sus vidas. Les hará descubrir quiénes son y qué quieren realmente. Una comedia sobre la monogamia a largo plazo, la autorrealización y el placer. Una historia sobre cuatro parejas que son amigos y deciden ser swingers entre ellos. Remake en versión para cine de la serie mexicana del mismo nombre.
 
CRÍTICA

En la última década el cine español, a través de la comedia, ha ido exponiendo los diferentes tipos de relaciones amorosas en una especie de manual sociológico sobre los vínculos afectivos y sexuales; títulos como Kiki: el amor se haceEl intercambioAmor en polvoSentimentalPoliamor para principiantes o Donde caben dos reflexionan acerca del formato tradicional basado en un recorrido marcado: vivir juntos, casarse, tener hijos.

No es una excepción, en los años 90 del pasado siglo las comedias de Manuel Gómez Pereira o Emilio Martínez Lázaro exponían de forma gamberra las posibilidades para romper la rutina de la vida en pareja; y mucho antes, en los 80, la comedia (Trueba, Colomo) hablaba de las relaciones hombre-mujer y los nuevos tiempos con la llegada de la democracia.

Siguiendo la estela de los títulos que hemos nombrado inicialmente se suma a este listado El juego de las llaves (Vicente Villanueva, 2022), una producción española que adapta al formato del largometraje la exitosa serie de Amazon Prime México.

Partiendo del juego propuesto en el título que tiene como objetivo fomentar el intercambio de parejas poniendo el foco en el disfrute del sexo para salpimentar la rutina de aquellos que se acercan a la ominosa edad de los 40, El juego de las llaves se articula —revestida de modernidad— en la tradicional guerra de sexos, la diferente percepción de hombres y mujeres, la atracción sexual, la rutina de la vida en pareja o la reconsideración de la sexualidad (represiones, salida del armario, etc.).

La presencia de ocho protagonistas, agrupados en cuatro parejas, y un trío de secundarios, permite visualizar de forma somera las problemáticas que acucian a los personajes y las posibilidades que el juego swinger introduce en sus rutinas diarias y que termina provocando el efecto desestabilizador por el que se cuela la vis cómica del filme.

Vicente Villanueva, un autor que se siente cómodo en el terreno de la comedia, y que ya se ha enfrentado con éxito a un reparto coral como pudimos apreciar en Toc, toc y Sevillanas de Brooklyn —una comedia que hubiera merecido una mayor repercusión—, tiene la habilidad de equilibrar esa variedad de personajes con una dirección que elabora un envoltorio de comedia urbana donde interiores y exteriores acompañan esa imagen de modernidad.

La presencia icónica de las localizaciones de la ciudad de Valencia, los interiores de las casas y los apartamentos, y la fotografía de tonalidad brillante le aportan un acabado elegante que pone en valor el trabajo coral del reparto, tanto las caras más conocidas (Miren Ibarguren, Tamar Novas, María Castro, Eva Ugarte) pero también el resto de actores y actrices que salen reforzados de su participación (Ricard Farré, Fernando Guallar, Justina Bustos, Dani Tatay).

Pero ese envoltorio formal elegante no termina de funcionar porque la escritura del filme no consigue que los personajes vayan más allá de los tópicos. El guion de Marta Buchaca, que en 2019 consiguió un brillante trabajo en Litus articulando la historia de un grupo de amigos para el filme dirigido por Dani de la Orden, no logra que el comienzo prometedor tenga continuidad a lo largo del filme.

Y el problema no radica en la traslación de la serie a la pantalla grande debido a su diferente duración, sino que la escritura reitera la situación del juego de las llaves; la primera vez funciona para arrancar la trama, pero la repetición de esta situación a conveniencia termina lastrando la historia. El mecanismo de mostrar el cuenco con las llaves para elegir las parejas, el empleo de una canción para dar ritmo —el tema de Mikel Erentxun introducido con calzador—– y las consecuencias de sus actos, termina reiterando el mensaje.

Un mensaje que en ocasiones, bajo la aparente modernidad de las situaciones, destila cierto conservadurismo porque no hay una reflexión sobre el modelo de pareja al quedarnos únicamente en el uso del sexo como elemento catalizador, algo que a estas alturas parece ya muy manido.

Un ejemplo lo tenemos en la secuencia final, una brillante elaboración técnica que juega con el espacio escénico, la elaboración del ambiente, que sirve de homenaje al Eyes wide shut de Kubrick, pero que vuelve a ser otra vuelta de tuerca en la que se propone una situación supuestamente morbosa para finiquitar un filme en el que la apuesta por el empoderamiento femenino resulta fallida.

El juego de las llaves es un divertimento bien filmado que funciona a golpes de humor, en el que todo termina recordando a algo que ya se ha visto y donde no encontramos —quizá porque tampoco se pretendía— una reflexión sobre los nuevos modelos de relación, la fidelidad o la crisis derivada del tránsito de la juventud a la madurez.

Escribe Luis Tormo Revista Encadenados