CRÍTICA DE CINE

Mi Gran Despedida: Ilusión sin rumbo

Mi gran despedida

Título original
Mi gran despedida
Año
Duración
80 min.
País
 España
Dirección
Guion
Antonio Álamo
Música
Antonio Meliveo
Fotografía
Alfonso Sanz
Reparto
Productora
Coproducción España-Venezuela; 73140323 Producciones Cinematográficas, Malas Compañías P.C., Plenilunio Film & Arts
Género
Drama. Romance
Sinopsis
Es la historia de tres amores: el de Puri, dispuesta a hacer lo posible y lo imposible por dejar las cosas claras con su novio; el de Milagri, que guarda más secretos de los que su naturaleza le permite, y el de Sara, cuya inminente boda reúne a un variopinto grupo de mujeres para festejar su compromiso en un día que debería ser muy feliz para todas. Pero va a ser que no. Es también la historia de dos catástrofes, aunque quizá nos quedamos cortos. Y, por último, es la historia de un acto de coraje, aunque, por supuesto, haya siempre que pagar un precio por ello.
 
CRÍTICA DE DANIEL BERNAL

Antonio Hens, conocido por otros trabajos como Oh! Mammy Blue o  La partida, co-dirige, junto a Antonio Álamo (novel en el la gran pantalla), Mi Gran despedida, una comedia muy andaluza y desmesurada que se encuentra al borde del dislate. Este filme ha sido presentado en el Festival de Málaga fuera de concurso, comprensible por otra parte, ya que estamos más cerca de un proyecto amateur teatral artificioso que de un cine de calidad.

Aquí Hens y Álamo tratan la madurez de una forma inmadura. Se nota el amor que los directores sienten por el teatro, pues la mayoría de las actrices vistas en la pantalla son procedentes de una compañía dramaturga, palpándose también en sus sobreactuados diálogos. Aparte de caras nuevas y alegres, vemos rostros conocidos que mantienen la misma esencia inocente y cándida que el resto del elenco, un reparto que, entre otras cosas, no sabe transmitir al público el 100% de la fiesta que hay detrás de las cámaras.  

Los creadores no han sabido marcar una línea fija a su obra, han querido realizar una mixtura entre el drama y la comedia psicodélica que finalmente se queda en tierra de nadie. A juicio de un servidor, hubiese funcionado mejor el circular por un rumbo recto y no jugar con la contraposición errónea vista en el escenario. Otro de los errores que hacen perder fluidez al conjunto es el uso de flashbacks que pueden hacer que el respetable desconecte del afán festivalero que tendrían que haber seguido, pues estamos ante un desmadre a la andaluza que no termina de explotar.

Uno de los aspectos salvables de este largometraje es la percibida ilusión puesta tanto por los autores como por los intérpretes al realizar un proyecto colectivo hecho por y para ellos, con el cual habrán disfrutado de una experiencia única e irrepetible para la mayoría de los participantes.  En cuanto al humor “recitado” en el título que nos concierne , decir que es más bizarro que inteligente, más grotesco que propicio. Una comedia ordinaria y desvergonzada que no entiende de razones.

En conclusión, para el que escribe estas líneas, Mi gran despedida parte de una base poco clara, siendo este el problema que desencadena sus marcados defectos. Una cinta hecha con ilusión que habla más con el corazón que con la cabeza, con muchos más aspectos negativos que positivos. Lectores, si queréis ser partícipes del delirio y de las ganas puestas por los intérpretes en esta parafernalia teatral, vayan al cine, y así apoyamos entre todos a nuestra cultura. Que os vaya a fascinar ya es otro cantar, otra película.