CRÍTICA DE CINE

Una Niña: Ante el espejo

Una niña

Próximos estrenos España 12 de marzo

Título original

Petite fille aka 
Año
Duración
85 min.
País
 Francia
Dirección

Sébastien Lifshitz

Guion

Sébastien Lifshitz

Fotografía

Sébastien Lifshitz

Reparto
Documental
Productora

Agat Films

Género
Documental | Transexualidad / transgénero
Sinopsis
Cuando crezca, será una niña. Esto es algo con lo que Sasha lleva soñando desde su niñez. Además de varias entrevistas con los padres, quienes hablan claramente de Sasha como su niña, la película muestra también la lucha incansable de la familia contra un entorno hostil. Vemos a Sasha jugando, yendo a clases de ballet y durante una visita a un terapeuta especializado en identidades de género. En la escuela, a Sasha no se le permite vestir 'como una niña', debe usar ropa 'de niños'. En varias ocasiones Sasha no entiende por qué los adultos lo hacen todo tan complicado, y no la dejan simplemente ser quien es y vestir lo que le apetezca.
 
CRÍTICA DE VICENTE I. SÁNCHEZ

El documentalista Sébastien Lifshitz (“Adolescentes”) sitúa su cámara en el seno de la familia de Sasha. Una niña francesa transgénero que trata de llevar una vida normal en una sociedad que no la entiende ni comprende. Aparentemente nos encontramos con una joven delicada que se divierte jugando al escondite y a las muñecas con sus amigas. Sin embargo, su vida es bastante complicada, ya que en el colegio sus profesores la obligan a vestir con ropa de niño. “Una niña” propone un debate directo y sosegado sobre los niños transgénero y sobre todas las dificultades que sufren en su vida diaria. Lifshitz construye un documental que huye de todo sensacionalismo y que se limita a explorar en los miedos e ilusiones de Sasha. También durante sus 85 minutos tendremos testimonios de médicos y psicólogos que ayudarán a entender un poco esta anomalía sexual y que tratarán de responder a las preguntas de unos confundidos padres.

Es necesario reconocer que si bien “Una niña “ es una película emotiva, también tiene una clara tendencia hacia el subrayado y hacia una cierta manipulación emocional. Es correcto afirmar que la película se mueve en el constante tono de las certezas absolutas, no ofreciendo ninguna respuesta ni visión que vaya el contra del discurso oficial. Esto es totalmente lícito en la medida que la película va sobre Sasha, una dulce niña que trata de salir adelante en un mundo opresivo y poco variado, pero supone un resultado demasiado vació y simple en su discurso final. Desde un punto de vista médico o psiquiátrico nos encontramos con un documental excesivamente pobre, que prefiere mantenerse en un tono bajo y que evita todo tipo de polémicas. Esta simpleza audiovisual juega en contra del mensaje final y de su forma de entender el documental.

Esto es especialmente importante porque Sébastien Lifshitz no solo está rodando los problemas de una familia, sino que en cierto modo también los está condicionando y obligando a mantener un tipo de discurso. Cada composición y encuadre de esta película tiene una clara influencia sobre el comportamiento de la familia, siendo bastante evidente en muchas escenas, como en cierto pasaje en el que Sasha va al psicológo y mira de reojo la cámara antes de romperse definitivamente. ¿Habría actuado así de no estar una cámara presente?

“Una niña” es un buen documental, aunque personalmente creo que se mueve demasiado en el terreno de la auto ficción. Lifshitz se consolida como un director de gran precisión, creando una atmosfera y entrevistas de gran sensibilidad. Sin embargo, hay demasiadas preguntas que quedan flotando en el ambiente, como todas las relativas al excesivo protagonismo de una madre demasiado protectora, o lo inexplicable que resulta que una niña de 10 años aun tome biberón.

Más allá de polémicas, “Una niña” es una película necesaria y que permite abrir (fuera de su visionado) un debate muy interesante sobre la transexualidad. Además presenta de forma brillante a Sasha, una joven muy talentosa de la que estoy seguro volveremos a tener noticias en la gran pantalla.