CRÍTICA DE CINE

Placer Femenino: Cinco mujeres, cinco países, una historia

La directora y guionista suiza Barbara Miller nos presenta un documental sobre el empoderamiento de la mujer, a través de cinco historias procedentes de diferentes contextos sociales y culturales, protagonizadas por Deborah Feldman, Leyla Hussein, Rokudenashiko, Doris Wagner y Vithika Yadav.

Documental | 97 min. | Alemania-Suiza| 2018

Título: #Placer Femenino.
Título original: #Female Pleasure
Directora: Barbara Miller
Guión: Barbara Miller.
Intervienen: Deborah Feldman. Leyla Hussein, Doris Wagner, Vithika Yadav. 

Estreno en España: 24/05/2019 
Productora: Mons Veneris Films / Das Kollektiv für audiovisuelle Werke / INDI Film GmbH 

Distribuidora: Film Buró.

 

Sinopsis

Cinco mujeres que luchan por la liberación sexual y la autonomía de las mujeres. Ellas son Deborah Feldman, escritora americana exiliada de la comunidad judía ortodoxa; Leyla Hussein, psicoterapeuta y activista social somalí víctima de la ablación; Rokudenashiko, artísta japonesa condenada por obscenidad; Doris Wagner una ex monja que sufrió abusos por un miembro del clero; y Vithika Yadav, activista por los derechos sexuales y de género en la India. Claro que su lucha tiene un alto precio: estas cinco mujeres han sido difamadas públicamente, han sido procesadas y excomulgadas de su comunidad, e incluso han recibido amenazas de muerte por parte de líderes religiosos y fanáticos.

Crítica de Jorge García Casarrubiós

El contexto actual no puede ser más oportuno. Es una relación recíproca: el necesario auge del feminismo favorece la creación de un arte que reflexione sobre el concepto, del mismo modo que el movimiento se nutre de las obras para afianzarse y establecerse en nuestra sociedad. El documental se ha convertido así, en una causa en sí misma, y ha conseguido expandirse por redes sociales a través de fotos de su público alzando el puño para imitar el cartel del film, acompañado por el mismo hashtag de su título (#PlacerFemeninoDocumental, o en inglés: #femalepleasure2018).

Podríamos decir que el feminismo se está luchando desde dentro de las sociedades, evidenciando todos esos agujeros de una comunidad que resquebrajan la igualdad entre hombres y mujeres. Es por esto, que #Placer Femenino se hace necesaria para ofrecernos una perspectiva mundial de esta lucha (centrada en este caso en la sexualidad femenina) y crear conciencia social de las diferencias entre géneros, en contextos culturales diferentes al de uno mismo. El documental refleja una batalla bastante desigual, pero encaminada a un mismo objetivo.

Las historias de nuestras cinco protagonistas van pasándose el relevo, distribuyendo sus propios clímax a lo largo de su hora y cuarenta minutos de duración, y generando así una narración muy dinámica.  #Placer Femenino comienza con una parte de introducción, en la que se nos enmarca a las protagonistas en su contexto social, cultural, geográfico y religioso.

Tras dar por sentado el obvio desequilibrio en la forma de vivir la sexualidad entre hombres y mujeres, el documental comienza una segunda vuelta a sus cinco voces preguntándose dónde está el origen de esa divergencia. La repuesta, bastante clara: la religión.

Deborah Fieldman será la encargada de contar su historia desde el judaísmo jasídico. Cómo la mujer no tiene otra opción que casarse y mantener relaciones con un hombre que, en la mayoría de los casos, ni han tenido la oportunidad de conocer con anterioridad. Ella relata cómo su comunidad y familia le dio la espalda ante el rechazo de estas costumbres.

Leyla Hussein nos trae posiblemente la narración más física de la privación sexual de la mujer con la mutilación genital que sufren las comunidades africanas. Aunque esta práctica no es ningún secreto, se nos presenta como un tema muy íntimo, el cuál es más bien silenciado. Y es que, la mutilación de los órganos genitales femeninos procede del mismo núcleo familiar y se tiñe de un discurso de legitimización de la tradición cultural.

“La cultura del Kama-sutra, no deja a la mujer hablar de sexo”, denuncia Vithika Yadav refiriéndose a la cultura india. Ella afirma haber sido tocada y pellizcada por hombres en la calle, y ante esta situación la única defensa de la mujer india es taparse su propio cuerpo. Según Vithika, “la mujer india no sabe lo que el placer sexual significa”.

Quizás el planteamiento más cercano a nuestra cultura lo encontramos en la historia de Doris Wagner, que da voz a la mujer en el cristianismo. Su experiencia como monja se convirtió en traumática, al ser violada por un cura. Su frustración creció aún más, cuando al denunciar la situación ante la Iglesia (y ante el propio papa), su relato fue ignorado y no se tomaron ningunas medidas. Doris asegura que la religión te absorbe hasta quitarte la identidad sin que seas consciente de ello.

Finalmente, la artista japonesa Rokudenashiko completa esta historia con el enfoque más provocador, tierno y cómico del documental. Ella fue juzgada como delincuente por recrear su vagina con una impresora 3D. Rokudenashiko cuestiona el tabú innecesario que envuelve a la vagina y sexualidad femenina.

“Pero aquéllas cuya rebeldía temáis, amonestadlas, no os acostéis con ellas, pegadles”; “y hallé más amarga que la muerte a la mujer”;         “bienaventurado tú, que no me has hecho mujer”… Estas frases no son el discurso de un machista perturbado, sino algunos de los ejemplos planteados por el film, extraídos directamente de textos sagrados como el Corán, la Torá y la Biblia. Unos textos que, según subraya Leyla Hussein, han sido elegidos por hombres misóginos.

#Placer Femenino también culpa el mundo del porno y el rol que la mujer desempeña en él, pero lo hace casi de pasada, y no le dedica la misma importancia que a la religión. “Dios no nos odia tanto como las religiones plantean” asegura una de sus protagonistas.

La tercera parte de este documental se centra en mostrarnos cómo estas mujeres se convierten en heroínas, al luchar desde sus posibilidades contra las injusticias a las que han hecho frente durante su vida. La directora lanza así un mensaje de esperanza al futuro y anima a unirse a la lucha.

El punto más álgido del film lo encuentra la narración de Leyla Hussein, cuando, de manera muy gráfica, explica a hombres jóvenes de raza negra el proceso de mutilación genital femenina. Esta escena consigue conectar con el público y se vuelve bastante efectiva emocionalmente.

Los relatos están contados en primera persona y alternan entrevistas, situaciones presenciales e imágenes recurso en las que las protagonistas reflexionan poniéndose frente a lugares simbólicos que le evocan recuerdos de sus propias historias.

Si algo se queda un poco flojo, es el cierre del documental. A pesar de unas narraciones muy efectivas, el final llega de manera muy repentina y poco potente. Se hubiera agradecido un encuentro entre las cinco mujeres. Se hace un poco frío que el espectador les tome cariño y sus historias no lleguen a converger.

#Placer Femenino es una no-ficción sobre feminismo, con un planteamiento tan básico como necesario. Sus diferentes protagonistas luchan por causas diversas, pero con un enemigo común: empoderar la sexualidad de la mujer. El visionado del documental te invita a ser consciente sobre las causas de desigualdad y te anima a tomar acciones, al mismo tiempo que justifica la actual batalla contra el machismo.