CRÍTICA DE LIBROS DE CINE

A propósito de nada, de Woody Allen: Las dos palabras más bonitas son «Woody Allen».

Una de las frases más célebres de las memorias de Woody Allen, recién editadas y publicadas en España por Alianza Editorial, es aquella que, con cierta sarna e ironía, afirma que las palabras más bellas del mundo no son un «te quiero», sino «es benigno». 

Una de las frases más célebres de las memorias de Woody Allen, recién editadas y publicadas en España por Alianza Editorial, es aquella que, con cierta sarna e ironía, afirma que las palabras más bellas del mundo no son un «te quiero», sino «es benigno». Bien claro queda el tono predominante a lo largo de las más de cuatrocientas páginas que recorren la vida de uno de los más prolíficos y brillantes cineastas del Séptimo Arte norteamericano.

Así pues, con la friolera suma de 85 años a sus espaldas, Woody Allen ha dado un golpe de efecto en la mesa mediante la publicación, ardua tarea, de su increíble, hilarante y satírica autobiografía. Justo en el momento en que comenzaron a reflorecer los escándalos pobremente infundados sobre sus pasados y supuestos, aunque jamás probados, delitos sexuales, Woody Allen lanza una monumental autobiografía que se mofa de todos, pero sobre todo de sí mismo.

Cabe recordar que tras las falsas acusaciones y denuncias realizadas por Mia Farrow, antigua musa y compañera sentimental de Woody Allen, la vida del cineasta neoyorkino ha sido cuanto menos complicada, siendo objeto de acusaciones, insultos, linchamientos públicos, traiciones y abusos a su integridad como ser humano.

Tampoco debe quedar en el olvido los innumerables abandonos por parte de compañeros de profesión y vaciles realizados por grandes plataformas como Amazon contra la obra del cineasta, censurándole sin motivo alguno más que por las vagas, incoherentes e infundadas acusaciones de la actriz.

No obstante, la obra de Woody Allen no aborda únicamente los escándalos a los que ha sido injustamente sometido, que también, sino que acompaña al lector por un fascinante paseo desde su nacimiento, o antes incluso, hasta el día de hoy, a la espera del estreno de su siguiente largometraje, rodado en España, concretamente en la ciudad de San Sebastián y bajo el título de Rifkin’s Festival.

Sin embargo, gran parte de la obra se centra en exponer la harta desoída versión de los hechos desde la perspectiva del propio Woody Allen. Se trata de una sección bastante importante pues no solo expone su visión de lo acontecido, sino que hace referencia a las innumerables investigaciones y conclusiones policiales y jurídicas que se llegaron tras la búsqueda de la verdad, citando al pie de la letra todas y cada una de ellas.

Lamentablemente, todo aquel que llega a esa sección no puede evitar sentir una tremenda tristeza por el daño que han hecho a un padre, oficialmente inocente, que ha perdido una parte de su corazón única y exclusivamente por las propias incongruencias legales en los Estados Unidos.

Las memorias de Woody Allen reagrupan todos los recuerdos del cineasta desde su niñez, incluyendo las relaciones con sus padres y amigos en la escuela, hasta el presente, en un ameno, ligero y fascinante viaje a través de la filmografía y las desventuras del autor neoyorkino. Pese a ello, siendo firme a su palabra, Woody Allen evita adentrarse en los aspectos más técnicos de cada uno de sus filmes, limitándose a rememorar sus relaciones con el elenco actoral o a su admiración a los diferentes directores de fotografía con los que trabajó a lo largo de su carrera.

No rehúsa, no obstante, hacer mención de los tantos fracasos taquilleros que sufrió el cineasta a lo largo de su carrera, dando así, de forma bastante sutil, una lección sobre la creatividad que vincula el fracaso al artista y su necesidad de seguir medrando sin, bajo ningún término, temer al derribo.

Merece también su espacio los párrafos dedicados por el cineasta a sus relaciones, muchas de ellas por teléfono, con sus grandes ídolos de juventud, siendo el más destacado el caso de Fellini, a quien confundió con un admirador lunático y ladino.

Así pues, en un constante ninguneo de su propia obra, Woody Allen explica, a todo aquel que ose adentrarse en sus páginas, sus fuentes de inspiración, sus flirteos con los diferentes tipos de arte, ya sea el cine, la música o la escritura, sirviéndose además de una serie de referencias y anécdotas que no dejarán al lector sin una ligera y fugaz sonrisa en su rostro, por mucho que trate de evitarlo.

De esta forma, en plena desescalada, cuando las tensiones en medio mundo parecen florecer, llega un libro que facilitará la anestesia a todo aquel que se disponga a leerlo. Su lectura sencilla, rápida y su visión tremendamente misántropa regalarán al lector la paz y la dosis necesaria para disfrutar de una comedia con ciertos tintes trágicos, ¿o era al revés?.

Escribe Iván Escobar Fernández | A propósito de nada | Woody Allen | Alianza Editorial, 2020 | ISBN: 978 84 91819 95 0  | PVP: 19 euros Revista Encadenados