CRÍTICA DE CINE

Remember: El viejo y el mal

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Remember narra una historia de ajuste de cuentas histórico donde dos judíos que sobrevivieron al exterminio nazi que tuvo lugar en el campo de concentración de Auswitch emprenden la búsqueda de última hora para dar con el paradero del militar alemán que acabó con la vida de sus respectivas familias.

Drama | 95 min. | Canadá 2015

Título: Remember. 
Título original: Remember.
Director: Atom Egoyan.
Guión: Benjamin August.
Actores: Christopher Plummer, Martin Landau, Dean Norris, Bruno Ganz.
Estreno en España: 04/03/2016 
Productora: Serendipity Point Films, Egoli Tossell Films.

Distribuidora: Vértigo Films.

 

 

Sinopsis

Zev (Christopher Plummer) es un judío superviviente del Holocausto ya de 90 años y con alzheimer que busca a Rudy, un criminal de guerra nazi que fue responsable de la muerte de su familia, con el objetivo de asesinarlo.

Crítica

Siempre supone una buena noticia ver que actores con una vasta carrera cinematográfica a sus espaldas siguen teniendo la oportunidad de demostrar su buen hacer en la senectud. No nos referimos precisamente a intérpretes como Robert de Niro, Al Pacino o Robert Redford, quienes desde un tiempo a esta parte se arrastran de mala manera en producciones de medio pelo donde da un poco de pena verlos languidecer. 

El argumento puede que no sea muy original, ya que este tema ha sido tratado en el cine de muchas maneras distintas.

Hay que aplaudir al director canadiense Atom Egoyan (quien por cierto llevaba un tiempo acumulando fiasco tras fiasco en cada uno de sus últimos intentos por volver a cocinar una buena película) en confiar en dos actores de carisma contrastado como Christopher Plummer y Martin Landau para comandar la nave de su última película, el thriller dramático Remember, una historia de ajuste de cuentas histórico donde dos judíos que sobrevivieron al exterminio nazi que tuvo lugar en el campo de concentración de Auswitch emprenden la búsqueda de última hora para dar con el paradero del militar alemán que acabó con la vida de sus respectivas familias.

El argumento podría no ser muy original, ya que este tema ha sido tratado en el cine de muchas maneras distintas. Ahí están ejemplos de grandes películas como Marathon Man (John Schlesinger, 1976); Los niños del Brasil (Franklin j. Shaffner, 1978) o La caja de música (Costa-Gavras, 1989), pero en esta ocasión la diferencia estriba en que, como la trama sucede en la época actual, tanto los vengadores como los diversos sospechosos entre los que se halla el culpable tienen una edad muy avanzada.

Así unos y otros aparecen con las dolencias acumuladas propias de la edad: El personaje interpretado por Landau no se puede mover del geriátrico porque está postrado a una silla de ruedas y el de Plummer sufre pérdidas de memoria constantes. De los males que aquejan a los posibles nazis que el segundo va visitando no desvelaremos nada, porque ahí radica parte de la gracia del desarrollo argumental, cimentado en un mosaico de situaciones diferentes provocadas por los diversos traumas sufridos en uno de los episodios más horripilantes de la historia de la Humanidad.

Egoyan rebosa inteligencia y sabe insuflar soluciones rápidas y certeras en aquellos puntos en los que la película se estanca.

Algunos se han apresurado a comparar Remember con otro film donde los continuos olvidos por parte del protagonista le obligaban a buscar soluciones con el fin de llevar a buen puerto su investigación. Nos referimos a Memento, de Christopher Nolan. Aquí no se trata tanto de un ejercicio de estilo como aquél, aunque sí que se nutre de crear cierto clima de suspense ante lo que se va desmadejando gracias a una carta recurrente que aparece sobre todo cuando el héroe de la función pierde la noción del tiempo.

Este recurso puede resultar un tanto forzado en ocasiones, al igual que otras soluciones de guion que, en su afán de conseguir la atención del espectador, traiciona la coherencia de lo explicado hasta el momento con una suerte de giros narrativos que no acaban de estar muy bien enhebrados.

Egoyan rebosa inteligencia y sabe insuflar soluciones rápidas y certeras en aquellos puntos en los que la película se estanca (sobre todo en la proliferación de coincidencias y repeticiones), proponiendo continuos cambios de rumbo que alimentan el interés por el devenir de los acontecimientos futuros. Tanto su talento como el del experimentado elenco actoral del que se rodea se encuentra fuera de toda duda, aunque seguramente todos ellos hayan toreado en mejores plazas que esta.

El conjunto gana enteros cuando se atreve a poner en tela de juicio (siempre desde el esbozo, ya que nunca entra a trapo en la crítica social) temas tan polémicos como puedan ser la facilidad con la que cualquiera puede hacerse con un arma en EEUU y lo asumido que tienen sus habitantes del uso y disfrute de tan peligrosos artilugios, algo que hoy en día, y por desgracia, una buena parte de la población de talante conservador parece tener del todo asumido.

Con todo y con eso, la película se sigue con interés y nos demuestra como los buenos actores, tengan la edad que tengan, siguen estando lo suficientemente capacitados para aguantar el peso de la acción con solvencia y profesionalidad.  Plummer tiene la capacidad de inyectar una efectiva dignidad a sus líneas de guion aunque éste adolezca de fuerza y en su perezosidad intente más manipular que convencer. Remember no va a pasar a la historia como una de las grandes películas rodadas sobre el Holocausto, pero sí como un acercamiento curioso al tema digno de tener en cuenta.