CRÍTICA DE CINE

Tiempo De Caza: Doble final, doble decepción

Tiempo de caza

Título original
Sa-nyang-eui-si-gan aka
Año
Duración
134 min.
País
 Corea del Sur
Dirección
Yoon Sung-hyun
Guion
Yoon Sung-hyun
Música
Primary
Fotografía
Won Geun Lim
Reparto
Ahn Jae-hong, Lee Je-hoon, Hae-soo Park, Park Jung-min, Choi Woo-sik
Productora
Sidus Pictures
Género
Drama. Ciencia ficción. Thriller | Crimen
Web oficial
https://www.netflix.com/title/81266458
Sinopsis
En un futuro cercano, una crisis financiera golpea Corea y surgen barrios marginales. En esas áreas, un grupo de jóvenes comete delitos para sobrevivir. Tres forajidos planean robar dinero para abandonar el distópico mundo en el que viven y alcanzar un paraíso lejano, pero con ello atraen la atención de un brutal asesino.
Estreno en Netflix: 23 de abril.
 
CRÍTICA DE PEPE SAPENA

Con una estética digna de cualquier película del Nuevo Cine Chino, Yoon Sung-hyun crea un filme cuya atmósfera podría camuflarse entre aquellas que elaboran Diao Yinan (El lago del ganso salvaje), Bi Gan (Largo viaje hacia la noche) o Jia Zhangke (Un toque de violencia). La temática y el tono usados por el director coreano presentan también un carácter de cine negro chino inconfundible.

Pero hay algo que diferencia a la película coreana de las chinas, y es que esta primera carece de la magia, el misterio y la poesía que la profunda crítica política les otorga a las segundas. Yoon Sung-hyun tiene que idear una sociedad futura en crisis para ambientar su filme, mientras que los directores chinos no han de inventar nada puesto que se enfrentan a un obstáculo real.

Esto afecta a la película de una manera evidente, ya que la historia es lo único que se nos cuenta en ella, no hay nada más allá de la misma. En las obras chinas en cambio, la trama es algo superficial que oculta un gran contenido disfrazado que busca pasar la censura. Podríamos decir en este sentido que el filme de Sung-hyun está más hueco que los otros, que es más físico que los otros.

Corea del Sur ha explotado también el género cinematográfico del crimen en los últimos años, dando lugar a obras como New World, Nameless Gangster, A Dirty Carnival o la exitosa Memories of Murder, entre otras.

Tiempo de caza se suma a ese carro, pero se distingue de ellas por ese aspecto estético tan concreto y tan diferente a sus paisanas. Y es que el uso de la niebla, la suciedad, las luces y sus colores, y los entornos urbanos masivos y abandonados remiten inevitablemente al Nuevo Cine Chino citado anteriormente.

Personalmente, la película en sí me ha parecido que funciona correctamente a pesar de alguna extraña laguna, como por ejemplo cuando uno de los tres personajes protagonistas desaparece completamente de la trama sin saber nada más de él. Pero entonces llega el —doble— final y hunde todo lo anterior.

Esto se debe a que hay un problema de gran evidencia: le sobra metraje. Tras un pequeño anticlímax en un barco que sucede después del enfrentamiento final, Yoon Sung-hyun se va a un negro que aguanta unos instantes. Es ahí donde parece que va a acabar el filme; sin embargo, la imagen vuelve, y lo hace durante otros diez o quince minutos completamente innecesarios y vacíos.

No creo que necesitemos volver a ver al protagonista después de esa lucha apoteósica. Es mucho más interesante dejar ese viaje en barco abierto, misterioso, indefinido. Curiosamente ese misterio dice mucho más que cualquier final cerrado. Tampoco hace falta ver de nuevo a un personaje ya olvidado, y mucho menos revivir al diablo que les ha perseguido durante toda la obra.

Revista Encadenados