CRÍTICA DE CINE

Una casa, la familia y un milagro: Tragicomedia fraternal

El director de este largometraje es Augusto Fornari, que debuta como director, y también como guionista junto a Antonio Fornari, con esta historia de Andrea Maia. El reparto está formado por Lino Guanciale (A Roma con amor, La dama velada), Matilde Gioli (2night, El capital humano), Stefano Fresi (Corazón puro), Libero De Rienzo (Easy), Luigi Diberti (Siete notas en negro, El último beso), entre otros.

Comedia | 90 min. |Italia| 2017

Título: Los amores cobardes.
Título original: Los amores cobardes.
Director: Augusto Fornari.
Guión: CAntonio Fornari, Augusto Fornari, Vincenzo Sinopoli (Historia: Andrea Maia).

Intérpretes: Valentina Chico, Marco Conidi, Libero De Rienzo, Luigi Diberti.

Estreno en España: 14/09/2018 
Productora: Italian International Film

Distribuidora: Alfa Pictures.

 

Sinopsis

Tras arruinarse, Alex (Lino Guanciale) pide un préstamo a su hermana Fanny (Matilde Gioli) y sus hermanos gemelos Oreste (Stefano Fresi) y Giacinto (Libero De Rienzo). Para poder ayudarlo, los tres hermanos deciden vender la casa de su padre Sergio (Luigi Diberti), que está en un coma irreversible. El día después de la firma del notario y la venta del inmueble, el cabeza de familia sale del coma en el que llevaba años. Los médicos recomiendan a los cuatro hijos que eviten los trastornos para su padre y que busquen un ambiente familiar como el que tenían antes. Así, comienzan a buscar sus muebles antiguos, reliquias familiares e incluso a su amado perro, para que su progenitor no sospeche nada de los grandes cambios que ha vivido la familia durante este tiempo. 

Crítica

Tras arruinarse, Alex (Lino Guanciale, “A Roma con amor”) pide un préstamo a sus hermanos Fanny (Matilde Gioli, “El capital humano”), Oreste (Stefano Fresi, “Corazón puro”) y Giacinto (Libero De Rienzo, “Easy”), que  deciden vender la casa del padre (Sergi Diberti), quien lleva cinco años en coma en un hospital.

La familia de esta película sincera es una especie de isleta en la que se suceden complicidades e incomprensiones.

Hasta aquí la casa y familia. El milagro es que, cuando ya se han deshecho de la casa y han vendidos los enseres a una troupe de gitanos, el padre despierta súbitamente del coma y a los hermanos se les plantea el dilema de tener que decirle lo que han hecho.

“Una casa, la familia y un milagro” (La casa di famiglia) es el debut en la realización de Augusto Fornari(anteriormente actor, “A Roma con amor”, “Gente di Roma”), guionista también junto a su hermano Antonio) con esta historia del escritor Andrea Maia. El director confiesa que siempre le han “fascinado las historias de familia”.

La familia de esta película sincera es una especie de isleta en la que se suceden complicidades e incomprensiones y en la que, a diferencia de lo que muchas veces ocurre fuera de la ficción, todos los malos rollos acaban perdonándose. Aquí es justamente la relación de cada uno de los personajes con la casa la que proporciona credibilidad a la forma en que se resuelven las situaciones de amor/odio tan comunes entre hermanos.

Comedia ligera, simple, agridulce  y predecible, en la línea de tantas otras similares –no solo en Italia, también en Francia y España- que nos da la impresión de estar siempre viendo la misma historia. Aunque hay que añadir que se ve fácilmente y algunos de los gags son realmente divertidos, lo  que con una buena traducción hará que sea fácilmente exportable. Si a la narración le falta un poco de ironía le sobra en cambio ternura.