CRÍTICA DE CINE

Zero: Paisajes dolorosos

Zerø

Próximos estrenos España 23 de abril

Título original

Zerø aka 
Año
Duración
94 min.
País
 España
Dirección

Iñaki Sánchez Arrieta

Guion

Ferran Brooks

Música

Ricardo Curto

Fotografía

Jose Martín Rosete

Reparto

Nuria HerreroJuan BlancoCristina PeralesTony RiverRoberto CamposSilvia RicoAlba Casterá MontalváPep Sellés

Productora

Inaudita, Nemesis Media

Género
IntrigaDramaThriller
Sinopsis
Un hombre y una mujer se despiertan en un lugar extraño, desierto y desconocido, sin saber quiénes son y por qué se encuentran allí. Con el paso de los días, y mientras tratan de salir de ese inhóspito lugar, comienzan a recordar algunas cosas que tal vez preferirían no saber. Quizás las respuestas a todo las tenga Ismael, un hombre que les controla desde la distancia, sin ser visto.
 
CRÍTICA

El género fantástico —más allá de aquel que se vincula directamente al terror— no es frecuente en el cine español; es por ello que la realización de una película como Zerø (2019) supone, de entrada, un valor añadido por su especificidad dentro de la industria del cine español.

La película es una producción valenciana basada en un guión e idea original de Ferran Brooks —que también produce el filme—, al que se incorpora Iñaki Sánchez Arrieta, que acumula una treintena de películas como ayudante de dirección y varios cortometrajes como director, que adapta el guión y lo dirige.

La película se estrenó en 2019, en la 34ª edición de la Mostra de València, y finalmente, se exhibe ahora en las salas de cine de la mano de la distribuidora Begin Again Films.

Zerø supone el debut de Sánchez Arrieta en el largometraje, aunque el director se encuentra actualmente inmerso en la postproducción del que será su segundo trabajo, un thriller titulado El lodo, que tiene previsto su estreno el próximo octubre.

Un hombre y una mujer se despiertan en el desierto sin recordar quiénes son. Caminan y terminan en el mismo lugar sin que puedan encontrar una salida, un hombre acompañado de un perro deambula también por este paisaje desértico; detalles de una sinopsis mínima de la que no se puede adelantar más información para no de desvelar la trama.

Este comienzo, en el que el espectador está al mismo nivel que los protagonistas, se inscribe directamente en el terreno del género fantástico; unos hechos que van más allá de la realidad y que resultan incomprensibles para la pareja protagonista que se encuentra desprovista de cualquier recuerdo —qué hacen allí, cómo se llaman—.

Dividido en tres partes, la película abre una segunda línea narrativa que discurre en paralelo al enigma planteado inicialmente y nos introduce en un drama que poco a poco termina adquiriendo protagonismo. Las relaciones de pareja, el amor y el desamor, el estrés diario y la mala fortuna se van incorporando a la narración.

Conforme la película avanza vamos atisbando cómo se produce el encuentro de ambos relatos, el anverso y el reverso de una historia de amor, el sentimiento de culpabilidad y todo aquello que ocurre en nuestra vida sobre lo que no tenemos control.

Para recrear el espacio irreal, la nada en la que deambulan los personajes, Zerø pone en valor las localizaciones de los paisajes desérticos que ocupan una buena parte del metraje. Un entorno que permite prolongar las miradas infinitas de los protagonistas y que se convierte en receptáculo de la incomprensión. El ambiente polvoriento, las grietas del terreno, las rocas redondeadas por la erosión o las cadenas montañosas, casi una postal lunar, es un elemento esencial del filme recalcando la sensación de soledad.

Una soledad que se reproduce en el resto de escena,s donde los personajes acusan esa sensación de aislamiento  que los constriñe, sumergiéndolos en una presión psicológica que les provoca la infelicidad de su relación. La planificación y el montaje de Sánchez Arrieta mantienen el ritmo a lo largo de toda la película, acompañando a los personajes, encuadrándolos para que la imagen trasmita más allá de las palabras.

Uno de los riesgos en que se incurre habitualmente en este tipo de filmes es que la propuesta no llega a buen puerto a la hora del cierre; afortunadamente, Zerø es capaz de articular esta mezcla de género fantástico y drama, haciendo encajar las piezas del rompecabezas, para componer un drama amoroso con componentes trágicos.

Contribuyen al éxito la dirección de fotografía, la música y la compenetración de los actores Nuria Herrero y Juan Blanco, que hacen creíbles sus personajes. La oportunidad de un reencuentro, el lastre del pasado, los sentimientos de culpabilidad, la redención o la fatalidad que puede surgir en cualquier momento son parte de este puzle.

Escribe Luis Tormo Revista Encadenados