EL DIRECTOR PRESENTA SU ÚLTIMO TRABAJO: COMPORTARSE COMO ADULTOS

67 Festival de San Sebastián: Homenaje a Costa Gavras

El director francés de origen griego Costa Gavras (Konstantinos Gavras) recibió este sábado el primero de los tres premios Donostia concedidos en esta 67 edición del Festival de Cine de San Sebastián.

El director francés de origen griego Costa Gavras (Konstantinos Gavras) recibió este sábado el primero de los tres premios Donostia concedidos en esta 67 edición del Festival de Cine de San Sebastián.

Costa-Gravas, Premio Donostia 2019

La ceremonia se acompañó con la proyección de su última película “Comportarse como adultos” (Adults in the room), que llega a San Sebastián, tras su paso por el festival de Venecia. Los otros dos premios Donostia serán para la actriz española Penélope Cruz y para el actor norteamericano Donald Sutherland.

De Francia a los Estados unidos, veinte largometrajes, episodios para televisión y participación en obras colectivas como «Lumière y compañía” (centenario del cine) componen su filmografía, que tiene una contundente coherencia temática y formal.

Muchas son las películas que han provocado escándalo o polémica en la historia del cine, pero en el caso de Gavras es el conjunto de su obra el que provoca siempre la controversia, como si sus películas se invitaran en el debate político o social del momento. Se trata de la obra de un cineasta comprometido con su época, que ha recibido numerosas y merecidas recompensas.

Después de un primer thriller policiaco en 1965 “Compartiments tueurs” (Los railes del crimen) toda su obra tiene una evidente coherencia temática y formal.  Desde “Un homme de trop”, (Sobra un hombre, 1967 sobre la resistencia contra el nazismo), a “Z”, 1969 (el golpe militar en Grecia), “La confesión”, 1970 (el estalinismo), “Estado de sitio”, 1973 (la dictadura en Uruguay), “Sección especial”, 1975 (la colaboración en Francia con el gobierno de Vichy), “Missing” Desaparecido, 1982 (en el Chile de Pinochet), “Hanna k”, 1983, (la cuestión Palestina), “La caja de música” 1990 (los nazis escondidos en Estados unidos), “Mad city” 1997  (el poder de los medios informativos; “Amén” (el silencio del Vaticano durante el holocausto) en el 2002.

El nazismo, la segunda guerra mundial, la Francia de Vichy, los totalitarismos, el rol de la CIA en las dictaduras latinoamericanas, el conflicto israelo palestino, la complicidad de la iglesia católica con el nazismo. Temas políticos e históricos, que le interesan desde un punto de vista no ideológico sino de defensa de los derechos humanos, y de los derechos individuales del ser humano.

Lucha contra la corrupción, búsqueda de la justicia, familiares, periodistas, jueces, personajes que luchan contra la adversidad y para denunciar la violación de los derechos humanos, o los crímenes contra la humanidad. Desde un punto de vista formal, su cine entronca con el mejor cine de género de acción y denuncia política, del que fueron precursores en Italia Gillo Pontecorvo y Francesco Rossi en los años sesenta.

Gavras inauguró en Francia ese cine comprometido, que con el rigor del documental pone la ficción al servicio de la denuncia política, pero a través de historias individuales y sentimentales. Emoción y acción en el sentido que Samuel Fuller le daba a esas dos palabras como definición del mejor cine posible.

Dos excepciones confirman la regla de esta temática esencialmente política en la filmografía de Costa Gavras: su única incursión en la comedia con “Consejo de familia” 1985, adaptación de una novela policiaca de Michel Deville; y “Clair de femme” 1979, (Una mujer singular) adaptación de una novela de Romain Gary, película intimista y sentimental con Yves Montand y Romy Schneider.

Más recientemente, después de “Amén”, la filmografía de Costa Gavras, siempre testigo de su época, ha evolucionado sin embargo de lo más abiertamente político a lo social, con una buena dosis de ironía en su mirada cinematográfica. “Le couperet”(Arcadia) en 2004 (comedia negra sobre el tema del desempleo en nuestra sociedad actual), “Edén al oeste” 2009 (o la irónica odisea de un emigrante en la Unión Europea), “El capital” 2012 (retrato de un joven y ambicioso ejecutivo en el mundo de la finanza que se enfrenta a la corrupción de las instituciones bancarias).

Su última película, “Comportarse como adultos” 2019, adaptación al cine del libro homónimo del exministro griego de finanzas Yanis Varoufakis, representa ahora un regreso a su Grecia natal.

Si en 1969 Costa Gavras alcanzaba  fama mundial con su película “Z”, lúcida y valiosa denuncia del golpe fascista militar de los  coroneles griegos, cincuenta años y dieciocho largometrajes después vuelve ahora a su Grecia natal para denunciar con idéntico talento y valor otro golpe: el golpe de estado financiero contra el pueblo griego, perpetrado esta vez no por militares, sino por los dirigentes de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional, tras la victoria de la izquierda (la coalición Syriza) en las elecciones griegas en 2015.

Costa Gavras, quien cuenta ya 86 años de edad, ha publicado en 2018 en Francia su autobiografía con el título de “Va où il est imposible d’aller”. Desde 2007 Costa Gavras es presidente de la Cinemateca francesa.