DEL 4 AL 12 DE NOVIEMBRE

SEFF 2022 - DÍA TRES

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Eugène Green y Lukas Dhont nos traen lo mejor del festival en una jornada con una programación de la Sección Oficial bastante irregular.

Tercera jornada en el Festival Europeo de Sevilla que comienza con Sonne, la nueva película de Kurdwin Ayub, que ya ganó el premio a las Nuevas Olas No Ficción en pasadas ediciones del festival con mucho más interesante Paradise, Paradise! y que debuta en la ficción con una de esos relatos de iniciación y búsqueda de la identidad femenina pasada por los filtros de las nuevas tecnologías y las apps que tan de moda se han puesto de aquí a hace unos años y que aquí nos cuenta la vida de Yesmin, joven austriaca de origen kurdo, y sus dos amigas que revolucionan las redes sociales cantando el “Losing My Religion” de R.E.M mientras perrean con el hiyab puesto y todo el revuelo posterior a la viralización del video.

 

La apadrina Ulrich Seidl, pero no vemos ni rastro de ese intento por conmocionar y espantar al espectador, más bien todo lo contrario y de una forma bastante anodina donde además lo más interesante de todo el relato no es el grupo de muchachas protagonistas sino ese acercamiento a las familias y su intento por educar a las jóvenes desde todas las maneras posibles en una época de rebelión tanto psicológica como social.

Continuamos con uno de los platos fuertes del festival, Le Mur des Morts del siempre interesante Eugène Green dentro de la sección de Revoluciones Permanentes, que ajeno a todas las modas actuales de excesiva duración en las películas donde más de la mitad es relleno, da toda una masterclass de cómo contar (y visualizar) una historia en poco más de una hora.

 

Jugando con el fantastique europeo, Green nos adentra en la vida de Arnaud, un joven interpretado por un desconocido Saia Hiriart que deambula por las calles de un París estival hasta toparse con el muro que homenajea a todos aquellos soldados franceses muertos en la Primera Guerra Mundial que se encuentra en la tapia exterior del cementerio Père-Lachaise y al pararse a leer los nombres de los fallecidos aparece ante él, sin grandes artificios ni efectos especiales sino invocando a la magia de esos primitivos efectos de edición de las primeras películas, el soldado Pierre (un intrigante Edouard Sulpice) con el que recorrerá la ciudad y el tiempo en un compromiso con la memoria de los fallecidos en combate.

Toda una experiencia espiritual para el espectador donde el director usa la palabra y el primer plano de la forma más exquisita como se puede utilizar en el cine actual, siempre influenciado por esa idea bressoniana de la interpretación y con el acompañamiento de la mejor música barroca como nos tiene acostumbrados en un viaje que comienza en terrenos oscuros de la muerte pero que poco a poco se va tornando en un camino iluminado por la vida apelando a ese gran humanista que es Green.

Y si a Eugène Green le teníamos ganas en este festival, la siguiente película se encontraba ya marcada en nuestro calendario desde el momento que la programó el festival. Close de Lukas Dhont, que ya nos maravilló con esa gran película que es Girl, donde demostró una voz propia y original tratando un tema tan manido como el de la identidad personal y sexual y que con esta nueva obra se confirma como uno de los autores a seguir más de cerca en el panorama internacional (no solo europeo) cinematográfico.

 

 

Dhont nos adentra en la vida de dos grandes amigos, Léo y Rémi (fantásticos Eden Dambrine y Gustav De Waele en el momento en el que comienzan una nueva etapa educativa en el instituto. Un momento no solo de cambios hormonales sino también sociales en todo el entorno y que pondrá a prueba esa gran cercanía e intimidad que hasta entonces se desarrollaba entre ambos incluyendo en sus vidas agentes externos como el deporte (y esa homofobia latente) o la necesidad de socializar y pertenecer a un grupo para ser aceptado y lo hace no tanto desde la explicitud sino desde sus cuerpos y sus susurros, desde sus carreras a pie o bicicleta o desde la propia música en una escena, la del concierto que pone los sentimientos a flor de piel gracias también a la excelente composición de Valentin Hadjadj y a la inteligencia y buen uso de esta del director por integrarla en el relato y que sabe en qué momento usarla y cuando la imagen necesita de los silencios para que la palabra fluya por sí sola al igual que hace un del primer plano como elemento narrativo y emocional que nos hace recordar al mejor Jonathan Demme.

Todo nos va preparando para el giro sin retorno de la historia donde esa cercanía del título se explora entonces por necesidad en el entorno educativo, la familia y esa culpa y aislamiento que desde entonces recorre al personaje de Dambrine y que necesita ser expulsada para su redención y la catarsis emocional relacionada con los otros personajes.

El día acaba con la muy irregular Forever Young de Valeria Bruni Tedeschi que vuelve a recurrir a la autoficción para hablar de sus días como estudiante y aspirante a actriz en el teatro Les Amandiers, toda una institución de la renovación teatral en Francia dirigido por el prodigioso Patrice Chéreau al que interpreta al borde la parodia un Louis Garrel y a la que la directora no duda en mostrar en su lado más oscuro como adicto a la cocaína o en un intento de abuso sexual hacia uno de sus alumnos.

 

 

 

Nadia Tereszkiewicz interpreta a un trasunto de la directora a la que rodea de un grupo muy variopinto pero sin dejar de ser clichés en lo que pareciera una versión de Fame de autor cuando no el peor cine quinqui francés con un Sofiane Bennacer en modo excesivo y con la sombra del SIDA de los años 80 que utiliza como elemento dramático y de una forma muy manipuladora en una de las peores escenas de la película con los resultados de la prueba en varias de las alumnas a la que no le falta ni la lluvia redentora.

 

Como hasta de la mayoría de películas más irregulares se puede sacar algo bueno, al menos Tedeschi nos regala el descubrimiento tardío de una preciosa canción: Le Chanteur de Daniel Balavoine que es mucho mejor resumen de la película que ésta en sí misma.