MUCHOS BAIGAS HAN DENUNCIADO UN TRATO BRUTAL A MANOS DE GUARDAS FORESTALES

Disney estrena El libro de la selva mientras tribus de la India se enfrentan a amenazas de expulsión

Con el estreno en la gran pantalla de la nueva película El libro de la selva, miles de espectadores disfrutarán de las aventuras de Mowgli sin sospechar que los indígenas de la jungla que inspiró la obra de Rudyard Kipling fueron ilegalmente expulsados en nombre de la conservación del tigre. 

Con el estreno en la gran pantalla de la nueva película El libro de la selva, miles de espectadores disfrutarán de las aventuras de Mowgli sin sospechar que los indígenas de la jungla que inspiró la obra de Rudyard Kipling fueron ilegalmente expulsados en nombre de la conservación del tigre. Por toda la India, muchas más tribus se enfrentan a una amenaza similar a medida que sus tierras son reconvertidas en reservas para tigres. Paradójicamente, los turistas que pagan por ver al gran felino son bienvenidos.

Uno de estos lugares es la mítica reserva de Tigres de Kanha, que sirvió de inspiración a la novela original de Kipling. En 2014 centenares de indígenas baigas y gonds fueron expulsados ilegalmente de ella. Ahora la amenaza de nuevas expulsiones forzosas se cierne sobre las reservas de Achanakmar (a pesar de la feroz oposición) y de Amrabad, entre otras.

La reserva de Kanha se promociona como la “inspiración” de El libro de la selva y promueve el turismo a gran escala asegurando que “en ningún otro lugar puedes ver [tigres] tan a menudo”. Pero pocos turistas o espectadores de la película de Disney conocerán la violencia e intimidaciones sufridas por los indígenas de la región en nombre de la conservación del tigre.

El Departamento de Bosques afirma que las tribus aceptan “el realojamiento voluntario”, pero en realidad se las coacciona con sobornos y amenazas de violencia para que “acepten” las expulsiones. Algunas son trasladadas a campos de reasentamiento gubernamentales, pero a otras básicamente se las expulsa y obliga a vivir en condiciones de miseria absoluta en los márgenes de su territorio.

A raíz de los desalojos forzosos de Kanha en 2014, un hombre baiga declaró: “Fuimos una de las últimas familias que resistió. Pero las personas de la reserva nos forzaron a marcharnos. Nos dijeron que cuidarían de nosotros durante tres años, pero no hicieron nada. Incluso cuando mi hermano fue asesinado nadie vino a ayudarnos.”

Otro portavoz baiga dijo: “Nos encontramos perdidos, deambulando en busca de tierra. Aquí solo hay tristeza. Necesitamos la selva”.

Las grandes organizaciones de la conservación son culpables de apoyar esto. Nunca se pronuncian en contra de las expulsiones. Sin embargo, muchas tribus de la India en realidad veneran al tigre y han vivido pacíficamente junto al felino durante generaciones. No hay pruebas de que las expulsiones protejan a los tigres; de hecho es más probable que les dañen al apartar a la población local de los esfuerzos conservacionistas.

Los pueblos indígenas son los mejores conservacionistas y guardianes del mundo natural. Deberían estar al frente de la conservación de tigres, pero en cambio están siendo excluidos. De hecho, hay pruebas de que viven más tigres en aquellas zonas donde los habitantes originarios no han sido expulsados. 

El director de Survival International, Stephen Corry, declaró: “Esperamos que esta película ayude a llamar la atención sobre el sufrimiento causado actualmente a los pueblos tribales de la India en nombre de la conservación de tigres. Cuando la población de tigres de la India se desplomó el siglo pasado, las tribus no tuvieron nada que ver. Se debió a la rápida industrialización y a la matanza sistemática a manos de los cazadores coloniales y las élites indias. Todavía, por todo el país, los pueblos indígenas siguen pagando el precio de estos excesos: se los expulsa de sus tierras ancestrales y los reemplazan miles de turistas.”

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