viernes. 19.04.2024
NOUCINEMART ESTRENA EL INCENDIO EL 15 DE ABRIL

Entrevista a Juan Schnitman, director de El incendio

Elementos del policial y de terror se entrecruzan en El incendio, película de Juan Schnitman con un recorrido por diferentes festivales de primer nivel y el aterrizaje en el  BAFICI 2015. El film protagonizado por Pilar Gamboa y Juan Barberini atraviesa diferentes estados donde la violencia ocupa parte central de la trama, pero en realidad es la pareja y su progresiva ruptura la que domina. En esta entrevista con el director indagamos sobre las violencias y las maneras de representarlas desde el poder del cine.

Pablo E. Arahuete: - La violencia en primero y segundo plano, como parte de lo doméstico, es el pilar de tu película ¿Cómo trabajaste con los actores Pilar Gamboa y Juan Barberini para que entren y salgan de ese círculo vicioso? 

Juan Schnitman: - Con Juan y con Pilar trabajamos en los ensayos, hablando de nuestras experiencias, de sus personajes y teniendo en cuenta que todo el corte de la película ocurre en un día había mucho lugar para la sorpresa. Al no ser personajes psicológicamente cerrados, en una jornada extrema uno tiene la posibilidad de sorprender al otro y también a sí mismos. En esta película, los personajes, en alguna medida, no se reconocen a sí mismos, eso me parece lo más interesante de la película.

Ellos se jugaron todo y se compenetraron en todo lo que yo les pedí desde el día uno, les dije que en esta película nos la jugábamos los tres por igual y, creo, que salimos victoriosos. 

Pilar y Juan hicieron mucho el trabajo entre ellos, ensayábamos bastante al principio y empezábamos a pasar las escenas, charlábamos durante el rodaje y después de pasarlas tal vez en cuatro horas hacíamos un plano entero. Son actores talentosos, que pueden entrar y salir fácilmente de esos estados. Yo me angustiaba más que ellos, Pilar, luego de una escena como la de la escalera, al escuchar ?corte? empezaba a reírse. Aprendí mucho de ellos y fueron actores que se brindaron al cien por ciento.

¿Considerás que las crisis como la que atraviesa la pareja protagónica son resultado del afuera más que del adentro? 

 - No, yo creo que tiene que ver con el adentro, el afuera es un reflejo del adentro en todo caso, tratamos de construir las escenas donde ellos están por separado, eso constituiría el afuera, para que siempre tuvieran algo de culpa. Las situaciones que están viviendo en el trabajo tienen que ver con decisiones que han tomado y no solamente con violencia externa.

Ella esboza la idea de que tuvo una especie de romance con el Chef, su jefe, y eso genera un desbalance de poder en la estructura de la cocina, en cambio, en la situación de Marcelo, él quizás agredió a un alumno pero también nos damos cuenta que ?en esa circunstancia- quizás las solución era agredirlo. Los personajes se van cargando de esa violencia, que al final del día explota.

Tratándose de la atmósfera opresiva que plasma El Incendio ¿Cómo organizaste la puesta en escena y qué ideas volcaste sobre todo en el espacio reducido?  

La idea de la puesta en escena, era estar como muy encima de los personajes todo el tiempo, la idea de la película era que no de respiro en ningún momento. Es una apuesta arriesgada para una película con una intensidad tan alta durante todo el metraje, teníamos miedo que al tocar una sola nota, uno dejara de escuchar la nota. 

La idea de la puesta en escena, era estar como muy encima de los personajes todo el tiempo.

 Al ser tan intensa, se podía perder la intensidad. Hemos encontrado matices, pequeños descansos y cambios de tono para que eso no ocurriera. Con respecto a la puesta en escena, la influencia es Rosetta, de los hermanos Dardenne, una película que me gusta mucho. Me interesaba que la película me transmitiera sensaciones físicas, estar sintiendo muy cercanamente lo que sienten los personajes. También trabajamos en conjunto la idea de lo opresivo dentro de ese departamento pequeño e incómodo.

Toda la puesta en escena se pensó para que la actuación estuviese en primer plano, pero sin subordinarse por completo, como lo haría Casavettes, donde la puesta de cámara se subordina al cien por ciento a la actuación, aquí hay, espero, un balance entre los planos secuencia largos, que les permiten a los actores desarrollar dramáticamente una escena y puesta en escena que está todo el tiempo eligiendo el encuadre.

Cuando escribiste el tratamiento de tu película, ¿tenías en mente a la dupla actoral? 

 Teníamos en mente otra dupla actoral, que luego cambiamos por esta y reescribimos un poco los personajes en función de las características de los actores con los que finalmente íbamos a trabajar. Por lo general me gusta escribir pensando en algún actor.

La mezcla de géneros es un rasgo característico de este film, ¿con cuál te sentís más cómodo a la hora de pensar una historia? 

Después de hacer esta película, me doy cuenta que me siento cómodo con el género policial. La película tiene elementos de film noir, un arma, mucho dinero, sexo y violencia, esos elementos la atraviesan y es una película de pareja, aunque no hay ninguna trama policial que se vaya a desarrollar, son todos elementos de tensión que influyen en la pareja.

El otro género que a mí me interesaba sumar era el terror, de alguna forma El Incendio es una película de terror interno, creo, donde el terror es uno mismo o es lo que el otro está sacando de mí y es hasta donde yo puedo llegar en ese día terrible. El comienzo y el final de la película, a la hora de armar la puesta en escena, pensé como filmaría si fuese el comienzo o el final de una película de terror.

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Entrevista a Juan Schnitman, director de El incendio