LA ADAPTACIÓN AL CINE DE SU OBRA TEATRAL LLEGA HOY A LOS CINES

Entrevista con Marc Crehuet, director de El rey tuerto

Avalado por el éxito de crítica y público, Marc Crehuet decidió adaptar al cine su obra teatral El rey tuerto, en la que un manifestante que ha perdido un ojo y el antidisturbios que le disparó coinciden en una cena insólita. 

Cine Nueva Tribuna: El rey tuerto es una película basada en una obra teatral tuya. ¿Por qué decides pasarla al cine?

Marc Crehuet: Mi vocación desde pequeño es el cine, pero he trabajado sobre todo en televisión y en el teatro, porque es lo que me ha ido surgiendo y en realidad lo que quiero es contar historias. Siempre había tenido la idea de hacer una película y después del éxito que tuvo la obra hablé con Joaquín Oristrell, que quiso conocerme cuando la vio. Él fue quien me sugirió que podía adaptarla, que si no lo hacía yo lo acabaría haciendo él. Así me decidí, por la seguridad de un texto que había funcionado bien.

¿Cómo ha sido el cambio al formato cinematográfico?

El guion es prácticamente el mismo. Hice otra versión con más personajes y otras localizaciones pero no me terminó de convencer. Una de las veces que volví a ver la obra me dí cuenta de que ese texto podía funcionar en el lenguaje cinematográfico. La adaptación estética me ha permitido hacer el mismo texto en una sola localización, que era algo que me atraía. Me han ayudado muchísimo Xavi Giménez, que es el director de fotografía y su mujer, Silvia Steinbrecht, con el arte. 

Además mantienes a los mismos actores de la obra.

Sí, somos una especie de compañía más televisiva; hemos hecho televisión en Catalunya, empezamos con programas de ficción pequeños y luego la serie Pop Rapid, una sitcom con adaptaciones musicales. Ahora somos amigos que también nos tenemos admiración mutua. Además ya no podía imaginarme el guion sin esos actores, porque después de dos años de gira con la obra el texto era también suyo.

La historia recuerda mucho a un suceso que pasó hace unos años. ¿Qué conexión tiene con la realidad?.

Me inspiré en un caso previo al de Esther Quintana, que fue el que saltó a la palestra mediática. Yo me basé en la historia de un chico italiano que perdió un ojo en una manifestación, vi unos vídeos y me interesó el tema. Cuando recibí el encargo de escribir una obra para la Sala Flyhard quise abordar este asunto. El caso de Esther nos pilló en los primeros ensayos, tuvimos dudas por si debíamos contactar con ella pero decidimos que no era el momento porque pensamos que podía condicionar nuestro trabajo. Después sí que contactamos con las personas afectadas, vinieron a ver la obra y les gustó mucho, incluso nos felicitó gente que había perdido un ojo.

Pero su película tiene un componente de crítica, invita a la reflexión.

Totalmente, lo que sorprendía a mucha gente es que se tratara el tema en clave de comedia, pero es un género que sirve perfectamente para reflexionar. Cuando enfrentas a personajes tan opuestos como los antidisturbios y un manifestante es fácil que la gente pueda reírse porque pones en duda puntos de vista sobre la vida. La comedia se va agriando pero sin perder el humor, que es la mejor arma para invitar a la reflexión. Es una comedia negra imprevisible, no sólo por los giros argumentales sino por las emociones.

¿Y cómo se consigue hacer una comedia de un tema tan serio?

La primera versión del texto era más panfletaria, hecha más desde la perspectiva de la indignación u me dediqué a romper este discurso a través de los protagonistas. Se consigue sobre todo con los puntos de vista, con no quedarse con lo que uno piensa de una manera vehemente, sino investigar en la psique de los personajes. Así se rompe la seriedad del discurso.

La cinta está rodada en español y en catalán. Se presupone un rodaje intenso.

Fue una salvajada de rodaje. Queríamos tener las dos versiones porque los actores sabían el texto perfectamente en las dos lenguas, si no habría sido imposible hacerlo, sobre todo en los 17 días que rodamos lo que al final son dos películas. Creo que eso debe ser algún tipo de récord. Pero conseguimos hacerlo y estoy muy contento porque tener la película en los dos idiomas te da riqueza, aparte de que no soy muy partidario del doblaje.

Es tu primer proyecto como director de cine aunque has trabajado para televisión y teatro. ¿Dónde te sientes más cómodo?.

Estoy enamorado de los tres. Mi amor por contar historias hace que me sienta cómodo en todos lados y a cada uno le encuentro una gracia distinta. No quiero casarme con ninguna de estas novias. Lo que es seguro es que ya que he empezado en el cine quiero seguir.