DIRIGIDA POR SIMON BARRY (VAN HELSING)

WARRIOR NUN (La Monja Guerrera), la nueva serie de NETFLIX que se rueda en Málaga

Una joven se despierta con poderes extraordinarios en una morgue y queda atrapada en una batalla entre el bien y el mal.

“Una joven se despierta con poderes extraordinarios en una morgue y queda atrapada en una batalla entre el bien y el mal”. Hasta aquí se puede leer. Es la información que Netflix ofrece sobre Warrior Nun (La Monja Guerrera), una nueva serie original que Simon Barry (Van Helsing) ha empezado a rodar este lunes en Málaga.

Barry pasó este fin de semana por la tercera edición de la Freakcon, y allí dejó un reguero de pistas sobre lo que pretende hacer. También ofreció detalles jugosos sobre cómo se trabaja con el gigante televisivo, convertido ya en gigante de la producción audiovisual.

Warrior Nun es una serie con un trasfondo mitológico que llega hasta las cruzadas”, empieza contando Simon Barry a un auditorio repleto de chavales que se pirra por lo que oye: una orden de monjas con superpoderes, las cruzadas, valkirias… Música para sus oídos. Es el público mayoritario de la Freakcon, la Convención Internacional de manga, cómic, series y viedeojuegos que este fin de semana se ha celebrado en Málaga.

Más de uno participó a mediados de febrero en el casting de extras, y muchos conocen bien el manga de los 90 (Warrior Nun Areala, Bed Dunn) en el que Barry basa su serie.

Málaga, Marbella y Antequera serán escenarios, y en eso tiene mucho que ver la labor de Fresco Film, la productora malagueña de services comandada por Peter Welter, que está también detrás de los rodajes andaluces de las temporadas 6, 7 y 8 de Juego de Tronos Terminator 6.

En Andalucía, “el equipo perfecto”

“Miramos varias posibilidades en Europa, pero España ofrece el abanico más épico”, explica Barry, con Welter a su lado. “Cuando vengo a España encuentro personal que no conozco, pero necesito profesionales. Peter [Welter] nos ofreció no solo lugares interesantes, sino el equipo perfecto para adaptarse a los requisitos de Netflix”, detalla.

Netflix ha irrumpido en la producción como un elefante en una cacharrería (y lo decimos en el buen sentido). Pero esto a veces tiene un efecto perverso, porque hay quien piensa que el dinero mana a borbotones en la cuenta del gigante televisivo. En todo caso, no lo gasta a la ligera, y Peter Welter se queja de que muchos pretendan inflar los precios cuando oyen que Netflix es el cliente.

“Creo que mucha gente piensa que Netflix va pagando tus facturas, y al final tienes una gran factura. No es así. Nosotros calculamos cuánto nos va a costar, y negociamos con ellos, que hacen una cuenta. En cuanto la tienes hay que ajustarse a ella, porque no quieren pagar ni un euro más de lo que creen que tienen que pagar”, comenta Barry.

“Aparento estar más relajado de lo que realmente estoy. De dos personas el año pasado pasamos a 100 que vamos a trabajar el lunes”, concluye Barry, que encara la fase decisiva de los dos años que va a dedicar a las andanzas de una monja guerrera.

Aviso para navegantes

Barry tiene ya un disclaimer preparado para los fans de Warrior Nun. Básicamente, les dice que un producto audiovisual no es un cómic, y que habrá referencias, escenarios, pasajes y escenas que no verán en la televisión porque son imposibles de recrear. “Pero usaremos la mitología de ese universo para contar nuestra historia”, explica. “Es como Star Wars“, comenta el director; “hay varias historias en su universo, pero no tienes por qué contarlas todas”.

Dice Barry que le gusta definir el cómic como “rocknroll misógino” y que esa visión noventera también debe adaptarse a los nuevos tiempos. “Es 2019 y las mujeres no se pueden representar de esa manera. Para mí la mejor forma de representarla es encontrando su poder en esta sociedad, empoderándola en el mayor sistema patriarcal que conocemos”, avanza.

“Tienes que hacer esto relevante para la audiencia de hoy en día y he reconducido esto para un público más joven que entiende que esta figura ha cambiado”, explica.

Así que Warrior Nun empezará como el manga, presentando a su protagonista mientras se despierta en una morgue. Por supuesto, no sabe qué pinta allí, ni por qué de repente empiezan a llover los tiros. Entra en pánico y huye, y poco a poco descubrirá que se ha convertido en una fugitiva de la Iglesia católica, porque porta el halo de un ángel, el mayor superpoder para luchar contra el mal.

Lucha contra demonios

Por supuesto, la Iglesia hará todo lo posible para recuperar su arma, e intentará convencerla para que forme parte de su orden mundial Monjas Guerreras. Y más cosas que ponen los dientes largos al auditorio: “También lucha contra demonios. El resto tendréis que verlo”, dice Barry.

Warrior Nun tendrá diez episodios de los que Barry es el showrunner, una figura sin equivalente exacto en el cine, y que implica una cuota de responsabilidad incluso mayor que la de un director. A él le corresponde dar coherencia a la visión de cinco directores y siete guionistas. Además, hará de todo: “Contrato, hago casting, estoy sobre los guiones, miro los presupuestos, dirijo algún capítulo, luego editaré, haré post-producción, e incluso participaré en la comercialización…”.

La “guerra” del rodaje y el dinero de Netflix

Este hombre lleva desde marzo de 2018 trabajando sobre un producto que estará listo el año que viene. Empezó vendiendo a Netflix un proyecto pensado para cine y acabará su tarea cuando se emita la serie. Ni siquiera era la principal idea de las cinco o seis que presentó a la productora, que no dudó pese a que no había ni un bosquejo mínimo.

“Netflix es la única que apuesta por un proyecto sin tener un guion”. Así que contrató un equipo de guionistas para pergeñar la historia y empezar a rodar a principios de 2019, que para él es como ir a la guerra: “Debes tener tus soldados, los médicos, las fuerzas aéreas, los suministros… Y este lunes [cuando empieza el rodaje] sales a la batalla”. filmand.es