Dice nuestro rico refranero popular que “en abril, aguas mil”, pero como aquí no cae una gota desde tiempos inmemoriales vamos a arrimar el ascua a nuestra sardina y cambiaremos…
Una peculiar propuesta que combina el romántico argumento de Orgullo y Prejuicio de Jane Austin con una historia de zombis ávidos de alimentarse de sesos humanos.