CRÍTICA DE CINE

La Forja De Un Campeón: Asaltos Perdidos

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La forja de un campeón

Cartelera España 4 de noviembre

Título original

Prizefighter: The Life of Jem Belcheraka 
Año
Duración
111 min.
País
 Reino Unido
Dirección

Daniel Graham

Guion

Matt Hookings

Música

Paul Saunderson

Fotografía

Ziryab Ben Brahem

Reparto

Russell CroweRay WinstoneMatt HookingsMarton CsokasJodhi MayJulian GloverSteven BerkoffGlen FoxLucy MartinOlivia Chenery, ver 27 más

Compañías

Camelot Films, Hardman Pictures. Distribuidora: Amazon Prime Video

Género
Drama | BoxeoBiográficoSiglo XIX
Sinopsis
A principios del siglo XIX, cuando el boxeo era el deporte de los reyes, Jem Belcher (Matt Hookings), un joven y talentoso boxeador, siguiendo los pasos de su abuelo Jack (Russell Crowe), luchó hasta convertirse en el campeón más joven de la historia de Inglaterra. Esta es la historia real, jamás contada hasta ahora, del nacimiento del boxeo.
 
CRÍTICA

Hay ocasiones en las que cuesta escribir una crítica porque la película en cuestión es de una planicie extrema que no presenta ni un montículo que la haga sobresalir en algún aspecto, pero tampoco nada tan reprochable que sea digno de escarnio y desahogo a través de ríos de tinta por estas líneas. No existen puntos de apoyo para elogiar apasionadamente o destripar rabiosamente, con lo cual se suda la gota gorda para sacar algo medianamente comentable de ella. A este tipo de situaciones pertenece la presente La forja de un campeón, que no deja de ser un rutinario biopic deportivo con un tratamiento que no asume ningún riesgo ni logra contagiar el entusiasmo de la proeza que relata.

La historia de Jem Belcher, el campeón más joven de la historia del boxeo en Inglaterra, daba para un film enérgico y apasionado en la línea de grandes ejemplos del género pugilístico en su vertiente más popular como Cinderella Man (Ron Howard, 2005), pero en sus resultados se asemeja más a un telefilm aleatorio en el que las escenas se van sucediendo una detrás de otra sin conseguir dejar ningún tipo de recuerdo en el espectador hasta llegar al fin. Al guion de Matt Hookings –que asume también con una cierta audacia el papel principal- le falta vigor narrativo porque confía demasiado en el valor del hecho real y se olvida de construir una tensión dramática que se sostenga hasta el final y no tire de tópicos y lugares comunes por doquier.

Porque más allá de la premisa y del hecho histórico, absolutamente todo lo que cuenta se ha visto otras veces y mejor, además de no apostar por dibujar a su protagonista más allá del esbozo funcional para que las acciones sean ejecutadas. La pereza del libreto va de la mano con una dirección convencional, sin ganchos visuales y un look de interiores cuya calidez sobreretocada distrae. Y en la misma sintonía, lo más reseñable del conjunto: un reparto correcto que tiene poco con lo que brillar. Hookings lleva el peso protagonista discretamente –pero porque tampoco tiene un material con buenas secuencias para lucirse más allá de la coreografía de combate-, mientras que dos pesos pesados como Ray Winstone y Russell Crowe cumplen como siempre, especialmente el australiano, que se adueña de sus escenas, como si se tratara de un retorno a su Jim Braddock en forma crepuscular y rural.

Tenía alicientes para rescatar del olvido una figura relevante del boxeo inglés y potenciar una época no excesivamente retratada como es el principio del siglo XIX, pero el desánimo con el que se ha ejecutado el proyecto y su poca capacidad de llamar la atención parece que seguirá manteniéndolo en el desconocimiento para gran parte del mundo. Y esta es la verdadera derrota por KO.