CRÍTICA DE CINE

Goodbye Berlín: Epopeya moderna de dos adolescentes

Ganadora del premio del Jurado Joven de la Academia del Cine Europeo, “Good Bye Berlin” (Tschick) es una road movie en la que dos adolescentes forjan su amistad en un viaje inolvidable. Dos amigos, un viejo coche robado y un verano que cambiará sus vidas, adaptación de la novela homónima de Wolfgang Herrndorf (que ha vendido más de dos millones de ejemplares en 25 países, entre ellos España, y ha ganado varios premios literarios) y dirigida por el turco alemán Fatih Akrin (“Al otro lado”, “Contra la pared”).

Documental | 93 min. | Alemania 2016

Título: Goodbye Berlin.
Título original: Goodbye Berlin.
Director: Fatih Akin.
Guión: Steven Cantor.
Intérpretes: Tristan Göbel, Aniya Wendel, Justina Humpf, Paul Busche,

Estreno en España: 19/05/2017 
Productora: Hark Bohm, Lars Hubrich (Novel: Wolfgang Herrndorf).

Distribuidora: Golem

 

Sinopsis

Maik, un muchacho de 14 años marginado por su clase, crece en el seno de una familia rica y disfuncional en Berlín. Durante las vacaciones veraniegas, su alcohólica madre ingresa en rehabilitación mientras su padre se ausenta con su joven ayudante por un presunto viaje de negocios. Maik está solo en casa, en su piscina, hasta que un nuevo compañero de clase llamado Tschick, joven inmigrante ruso, aparece con un coche robado. Juntos se lanzan a la carretera sin plan aparente. 

Crítica

Ganadora del premio del Jurado Joven de la Academia del Cine Europeo, “Good Bye Berlin” (Tschick) es una road movie en la que dos adolescentes forjan su amistad en un viaje inolvidable. Dos amigos, un viejo coche robado y un verano que cambiará sus vidas, adaptación de la novela homónima de Wolfgang Herrndorf (que ha vendido más de dos millones de ejemplares en 25 países, entre ellos España, y ha ganado varios premios literarios) y dirigida por el turco alemán Fatih Akrin (“Al otro lado”, “Contra la pared”).

Fábula adolescente  para todas las edades, “Good Bye berlin” nos cuenta las aventuras veraniegas con un coche robado de Maik (Tristan Göbel) y su compañero de clase Andrej, o Tschick (Anand Batbileg), un inmigrante ruso y marginado, aprovechando que la madre de Maik se encuentra en una clínica de rehabilitación para alcohólicos y el padre está en “viaje de negocios”.

Un viaje, animado por una vieja cassette de Richard Claydeman, en el que los dos muchachos se sienten realmente libres, sobre el que planea en un muy segundo plano el fantasma de la homosexualidad.

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