CRÍTICA DE CINE

Amanece En Calcuta: Documento testimonial

Amanece en Calcuta

Cartelera España 16 de abril

Título original

Amanece en Calcuta
Año
Duración
90 min.
País
 España
Dirección

José María Zavala

Guion

José María Zavala

Música

Ray Pherz

Fotografía

Miguel Gilaberte

Reparto

Documental, intervenciones de: Teresa de Calcuta

Productora

Piucho Films

Género
Documental | ReligiónPobreza
Sinopsis
Documental que muestra el legado de Santa Teresa de Calcuta a través del testimonio de creyentes españoles.
 
CRÍTICA 

Documental escrito y dirigido por José María Zavala, un cántico y a la vez una entusiasta glosa dedicada a esa pequeña gran mujer que fue la Madre Teresa de Calcuta, que se entregó en cuerpo y alma a los más pobres que imaginar se pueda. Y al lado, la conversión de unos personajes que fueron tras sus pasos, que relatan su experiencia.

Tiene la cinta una banda sonora original maravillosa de Ray Pherz, que incorpora incluso instrumentos musicales de la India; unido a una excelente fotografía de Miguel Gilaberte, que sabe reflejar la intensidad de las imágenes de Calcuta y la potencia del mensaje del film. Todo lo cual impacta y mueve el corazón del espectador.

Muchos de los que asisten a la sala son ciudadanos que, instalados en cierta «zona de confort», probablemente ignoran lo que sucede en ese otro segmento de realidad que vemos en pantalla. La fuerza de lo que se ve y escucha en deviene por momentos fuerte turbulencia en cualquier espíritu mínimamente sensible.

Zavala va a ir reconstruyendo la carismática figura de la Madre Teresa por medio del recuerdo de personas que la conocieron, estuvieron y dialogaros con ella. Los entrevistados son seis hombres y mujeres que, desde diferentes lugares del mundo, con historias y perfiles variados, evocan sus recuerdos y sensaciones con la Madre Teresa.

Se trata de un sacerdote misionero, un joven doctor en filosofía indio, una misionera voluntaria ex deportista y mujer que resultó gravemente quemada en un incendio, una ex enfermera abortista y corredora de fondo, un sacerdote jesuita de Bután y una periodista que recibió la gracia de la santa para sanar a su esposo de una grave dolencia neurológica. Todos ellos ofrecen sus testimonios, son personas que siguen empleando su vida y haciendo obra en recónditos lugares del planeta, ayudando, colaborando, entregándose y dando a conocer el amor de Cristo, conducidos por la espiritualidad de la Madre Teresa. En todos ellos hay una importante experiencia de conversión y un despertar a la fe de manera intensa y ferviente.

Sobre el director: transpersonalidad y «experiencias cumbre»

Pero ¿quién es José María Zavala? Es un periodista que ha ocupado puestos importantes en la prensa española (La RazónEl MundoExpansiónIntereconomía Televisión, etc.). Es escritor, director de cine y miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Después de más de tres décadas en los medios de comunicación su vida dio un vuelco tras pasar por una «conversión tumbativa» por intercesión del Padre Pío, de quien dice ser hijo espiritual. La conversión tumbativa es una experiencia inmediata producida, según cuentan los que han pasado por ella, por la acción de Dios, que transforma la esfera de las creencias de una forma cardinal.

Experiencias de este tipo y muy conocidas son las que les ocurrieron a Santo Tomás tras la resurrección Cristo; o la de San Pablo de Tarso camino de Damasco: «de repente, le rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Él respondió: ¿Quién eres, Señor? Y él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues» (Hch 9, 3-5). Pero habría muchos más ejemplos.

Son momentos de extraordinaria armonía y paz interna. Sentimientos sublimes que la Psicología Humanista, como el estadounidense Abraham Maslow, previó al modo de experiencias portentosas que denominó «experiencias cumbre».

La experiencia de Dios y la supervivencia después de la muerte, como tituló su última obra mi colega y amigo el profesor de la UAM Dr. José Lorenzo que, según él, se manifiesta mediante «vivencias cúspide», que «son tan naturales y universales como pensar o hablar; son la llave del reino transcendente y el secreto de cómo llegar a la prueba de la realidad de Dios y de la supervivencia eterna de la mente» (Lorenzo, 2014: 57).

Instantes de profundo amor, entendimiento, felicidad y plenitud. Y tras la experiencia, la vivencia de sentirse completo, los protagonistas de este documental y su director, manifiestan haber descubierto un mundo insólito y trascendente que los transformó de raíz. Cuando ante la presencia de lo numinoso y de lo sagrado, se vieron confrontados a un misterio inmenso y fascinante.

Como escribió el prestigioso profesor José Vázquez en su obra Las grandes líneas de la Psicología religiosa actual, de 1963: «son experiencias arquetípicas de carácter espiritual y transpersonal, típicamente humanas, provenientes de un inconsciente colectivo que goza de relativa autonomía energético-creativa (respecto al yo), pudiendo en ciertas circunstancias exteriorizarse en sus manifestaciones y que por su extraña connivencia con el mundo físico o macrocosmos, en el curso del desarrollo personal de algunas personas ordenan la conducta humana espiritual» (Vázquez Fernández, 1963: 125).

De estas concepciones y realidades psíquicas surgen las ideas del berlinés Eduard Spranger y de otros reconocidos autores como Williams James o C. G. Jung, desde la llamada Psicología Transpersonal que trata de conjuntar los aspectos espirituales y trascendentes de la experiencia del hombre y la investigación psicológica empírica. Esta película que comento, bien podría servir como evidencia de muchas de las afirmaciones de esta Psicología que va más allá a través de lo personal.

Lo trascendente y el viaje al interior

En este documental, el padre misionero —el primer entrevistado— se considera a sí mismo deudor de la Madre Teresa en su profunda vocación sacerdotal; incluso, no sin pudor, fue confesor de la santa. El joven Doctor en Filosofía, que fue salvado de una muerte segura tras haber sido abandonado por su madre, gracias a que la Madre Teresa lo rescató de un basurero, lo cuidó y lo dio luego en adopción, manifiesta poseer el don de la fe y la constancia en la oración y las prácticas cristianas gracias a Teresa.

La nadadora que resultó gravemente accidentada en un incendio afirma que logró superar sus graves secuelas físicas y mentales gracias al conocimiento de la santa y su inmersión como colaboradora con las Misioneras de la Caridad de Calcuta, en el cuidado de los enfermos leprosos.

La enfermera abortista y corredora de fondo hace un relato vívido de cómo se sintió llamada por la madre Teresa y su orden, cómo tuvo una experiencia insólita que la convirtió plenamente a la fe en Cristo, dedicándose desde entonces al cuidado de los menesterosos y marginados.

El padre jesuita de Bután relata su irremediable atracción por un niño (Jesús) que él vio en una estampa y cómo esa imagen lo lleva al Cristo crucificado; él mismo fue a ver a la Madre Teresa quien le animó a seguir la llamada de su vocación y acabó convertido y ordenado sacerdote de la Compañía de Jesús en Bután: ¡toda una rareza para un entorno budista, que tuvo que contar con la venia del Rey de tan pintoresco país!

Y, finalmente, está el testimonio de una mujer cuyo esposo tuvo un gravísimo tumor cerebral y fue operado por la intercesión de la santa por un neurocirujano indio que lo curó, por lo que la señora sintió la intensa llamada de la fe y su conversión radical al servicio de los pobres. Ejemplos todos llamativos, testimonios que no son los únicos y que son contados desde la pantalla con enorme claridad, verismo y convicción.

En estos casos vemos cómo la trascendencia se explica con meridiana claridad como experiencia interior caracterizada por una amplificación del sentido de identidad, y cómo estas personas acaban experimentándose unidos a lo trascendente y a los demás; con una vivencia que implica desprendimiento y una superación de los límites egotísticos. Incluso sugieren rozar una esfera cósmica que llegan a experimentar como ajena y a la vez como algo propio. Y la aparición de la conciencia de que todo está relacionado y tiene un sentido.

Lo que observamos en estos personajes y en la propia Teresa de Calcula es que están haciendo un viaje al interior que, aunque parezca contradictorio, los lleva al mundo externo, a ayudar a los más necesitados. Refieren percibir el mundo como una totalidad orgánica, coherente y equilibrada. El espacio se reduce y el tiempo se vive suspendido e incluso llega a pararse, ofreciendo a estas personas convertidas un sentimiento de armonía difícil de explicar.

Parece que el lenguaje no sirve para expresar estas sensaciones; se necesitan alegorías, metáforas o poesía para comunicar esas sensaciones. Como escribiera San Juan de la Cruz: «Entréme donde no supe, / y quedéme no sabiendo».

Otros extremos desde la Psicología y la Filosofía

Como explicó Carl G. Jung, la experiencia religiosa escapa a cualquier discusión. Lo único que se podrá decir es que no se conoce o, al contrario, personas como las de este documental manifiestan haberla tenido. De modo que la polémica, al menos en el campo de lo vivido, queda zanjada. Carece de genuina importancia lo que comunidades científicas opinen: quien la tiene posee el gran tesoro de algo que se convierte de inmediato en fuente de vida, proporcionando un nuevo brillo interior.

La trascendencia y la religiosidad implican, al decir de Spranger, «la pasión por buscar y perseguir el más alto sentido de la vida, de lo divino o lo ideal, y lograr un sistema para vivir cuyo mayor valor es la unidad». Las experiencias espirituales permiten entrar en el nódulo central de la vida, a partir de la cual las cosas cobran un sentido sagrado. La trascendencia, aseguran los psicólogos transpersonales, no es privilegio de pocos sino una experiencia propiamente humana, por la cual podemos descender a lo más hondo de nosotros mismos. Aunque la consecuencia de las «experiencias cumbre» es por lo común momentánea, sus consecuencias son duraderas.

Algunas personas pueden vivir esta experiencia a partir de las religiones y otras lo consiguen al margen de éstas. Son sensaciones y vivencias difíciles de transmitir y relatar, para las cuales, como decía antes, el lenguaje se muestra insuficiente, pues como dijo el filósofo austríaco Ludwig J. J. Wittgenstein en su Tractatus logico-philosophicus«los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo»; o, dicho de otra forma: «De lo que no se puede hablar, hay que callar». Pero estas experiencias íntimas reivindican su legitimidad y razón de ser en este mundo acelerado y ensordecedor que nos rodea.

No podemos olvidar en esta mención a la Psicología a Viktor Frankl (1905-1997), psiquiatra y neurólogo austríaco fundador de una práctica de psicoterapia denominada Logoterapia. Frankl es otro autor que subraya el lado espiritual de la persona como arbotante esencial de salud y buen ánimo. Él observó que las personas que tenían sentimientos espirituales parecían tener mejores oportunidades de ser felices en la vida y de sobrevivir en situaciones adversas (como los campos de exterminio nazis que él mismo padeció), más que los que habían perdido este tipo de esperanza.

De hecho, su Logoterapia, del griego logos, significa palabra, espíritu, Dios o significado, sentido, etc. Para Frankl, la raíz de la motivación humana está en la «voluntad de sentido», de la que habla extensamente en su conocida obra El hombre en busca de sentido. Incluso para Frankl hay algo más importante: el «suprasentido».

En este concepto se recoge la faceta más elevada de su teoría, la idea de que existe un sentido último en la vida; sentido que no depende de otros, ni de nuestros proyectos o incluso de nuestra dignidad, en clara referencia a Dios y al sentido interior de la vida.

Lo principal del documental

Estamos ante una cinta que va más allá del género denominado cine religioso, para abundar de forma interesante en una evidencia no por asombrosa menos veraz, la de sujetos que cuentan los cambios que han experimentado caminando al lado de la Madre Teresa. Cambios que implican la activación de potenciales espirituales elevados, de ciertos estados modificados de consciencia que trascienden la propia mismidad.

Así, lo que podría denominarse realidad real se revela cuando abandonamos nuestra consciencia yoica cotidiana y entramos en una esfera mental de mayor altura: la consciencia transpersonal, que es diferente de la consciencia personal o de la esfera del yo. En el nivel mental transpersonal de los protagonistas del film, observamos que esas personas quedan inmersas en una realidad que trasciende su ego. Todo lo cual y en un plano sutil, se manifiesta en forma de imágenes, símbolos y transformación personal.

Desde que pasó por una experiencia como la que estoy refiriendo, Zavala ha dirigido, con este, cuatro documentales de carácter religioso-espiritual: El misterio del padre Pío (2018), Renacidos: El padre Pío cambió sus vidas (2019) y Wojtyla (2020). Documentales todos ellos donde el sentido de lo superior y la trascendencia son nucleares.

Esta cinta, que ha sido encomendada por instituciones religiosas y parcialmente financiada por donaciones personales, muestra el impacto positivo que Teresa causó en los entrevistados. Llama la atención la interesante selección de las intervenciones ya que, a pesar de compartir entre ellos solo su fe, sus historias quedan bien cohesionadas en el producto final.

Tal vez en el plano de la realización no cabe resaltar ninguna práctica cinematográfica excepcional. Hay comentarios secundarios —desde mi manera de ver— relacionados con el montaje y hay cortes mejorables, tanto en imagen como de audio, detalles que llaman la atención a algún exigente purista, no sé si con mucho fundamento.

De igual modo, para el que visualiza meramente el aspecto técnico, pudieran parecer reiterativas las transiciones utilizadas y la estructura que se aplica a los interrogados, en la combinación diálogo e imágenes de Calcuta y de la propia Madre Teresa. Y como estamos en una revista de cine, es legítimo mencionarlo.

Sin embargo, en mi opinión el valor principal del documento es testimonial y referido a lo que hemos calificado en estas líneas como «experiencias cumbre», que los protagonistas ponen de relieve y cuentan en sus parlamentos y también en su testimonio de vida. Las valiosas y admirables lecciones del batallar y el cuido perseverante hacia los descartados del mundo, la constancia y el fervor de los testimonios vívidos, todos ellos con una miríada de temas sensibles y capitales.

Para cerrar

No estamos ante un documental al uso, en este caso sobre Teresa de Calcuta. Más bien es un viaje al centro espiritual del hombre.

De haber sido un documental al modo convencional, habría bastado con mostrar la obra y milagros de la Madre Teresa, con fragmentos de testimonios de personas cercanas a la santa. Y habríamos salido del cine conociendo la vida y el trabajo de la protagonista principal.

Pero en este caso, Zavala se hace a un lado para mostrarnos los argumentos de seis personas que fueron inspiradas e impulsadas por la santa: sacerdotes, enfermera, deportista, filósofo y periodista. Con estos testimonios íntegros firma una película atemporal y necesaria para cualquier persona del credo o condición que fuere, un discurso al que se llega por la construcción que Zavala hace y que sin su ayuda habría sido de difícil acceso para el espectador.

Un documental hecho por una razón de gratitud, desde el amor y para trasladar a los asistentes a la sala, el sentido de la vida, junto con la vocación de entrega a los indigentes.

Escribe Enrique Fernández Lópiz Revista Encadenados