viernes. 19.04.2024
CRÍTICA DE CINE

Brooklyn: Adiós mi Irlanda querida...

Digámoslo alto y claro y sin cortapisas: Brooklyn es una película muy bonita, con todo lo bueno y malo que pueda acarrear la utilización de este adjetivo. Su tratamiento visual es de una delicadeza exquisita, todas las interpretaciones están ajustadas y la historia es de esas que acaban por empañarte los ojos. 

Emory Cohen as "Tony" and Saoirse Ronan as "Eilis" in BROOKLYN. Photo courtesy of Fox Searchlight Pictures. © 2015 Twentieth Century Fox Film Corporation All Rights Reserved
Brooklyn. Fecha de estreno: 26 de febrero

brooklyn-cartel-6584Drama | 111 min. | Irlanda-UK-Canadá 2015

Título: Brooklyn. 
Título original: Brooklyn.
Director: John Crowley.
Guión: Nick Hornby.
Actores: Saoirse Ronan, Jim Broadbent, Julie Walters, Emory Cohen.
Estreno en España: 26/02/2016 
Productora: Wildgaze Films, Irish Film Board.

Distribuidora: Fox Film España.

 

 

Sinopsis

En los años 50, la joven Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a un chico del que se enamora. Pero un día, a Eilis le llegan noticias de un grave problema familiar y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal. 

Crítica

Digámoslo alto y claro y sin cortapisas: Brooklyn es una película muy bonita, con todo lo bueno y malo que pueda acarrear la utilización de este adjetivo. Su tratamiento visual es de una delicadeza exquisita, todas las interpretaciones están ajustadas y la historia es de esas que acaban por empañarte los ojos. No nos extraña que la Academia de Hollywood se haya fijado en ella para proponerla como una de las firmes candidatas a ganar el Oscar al mejor largometraje. Su pulcritud generalizada queda fuera de toda duda, y el amante del cine clásico en general y de los apasionantes dramas románticos de los años cincuenta en particular va a quedar muy satisfecho con lo propuesto.

Hasta las escenas más dramáticas están explicadas de tal manera que en ningún momento puedan herir la sensibilidad del espectador acomodado. 

Otra cosa muy distinta es si también la película va a encontrar el aplauso unánime entre los que buscan en la obra filmada cualquier atisbo de riesgo, bien sea formal o de contenido.

Aquí todo parece tan bien puesto que da miedo de que se vaya a romper. Hasta las escenas más supuestamente dramáticas están explicadas de tal manera que en ningún momento puedan herir la sensibilidad del espectador acomodado, e incluso el dilema emocional planteado en el último tercio del film está resuelto con una corrección tan apabullante que pone en riesgo su credibilidad.

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Eso sí, lo que es incontestable es la perfección alcanzada en el diseño de producción. La recreación, tanto de la Irlanda como dela Norteamérica de mitad de siglo XX es asombrosa, con un gusto por el detalle fuera de todo lo común. Otra palabra que podría definir a la perfección esta recomendable obra sería tacto. El director del film, John Crowley, quien alcanzó cierto prestigio en la industria en 2007 con Boy A (película que supuso el lanzamiento internacional de una estrella emergente como Andrew Garfield), se toma las cosas con mucha calma. Y esa quietud a la hora de plantear la historia permite que el público se sienta identificado de manera automática con el personaje principal sobre el que planea el grueso de la trama. 

Necesitaríamos dos o tres críticas para cantar las excelencias de una actriz como Saoirse Ronan que luce radiante como pocas.

Y ahí es donde entra en escena Saoirse Ronan. Necesitaríamos dos o tres críticas para cantar las excelencias de una actriz que luce radiante como pocas. Su mirada te deja completamente atónito, la cadencia de sus movimientos destilan un embrujo que trasciende la pantalla, y en definitiva, su composición de Ellis, esa tímida chica irlandesa que tomará las de Villadiego abandonando la (in)comodidad del hogar en pos de un futuro transoceánico más adecuado a sus ansias de mejora, es perfecta. 

Sin ella la película perdería muchísimo, e incluso nos atreveríamos a afirmar que no tendría razón de ser. La evolución gradual que afecta a su personaje, una joven inocente que sale de su casa con el brillo de la oportunidad en sus ojos mientras descubre nuevos horizontes y pone en perspectiva los viejos, permite a Ronan transmitir toda una paleta de sentimientos sin necesidad alguna de utilizar ningún tipo de aspavientos.

Por supuesto la Academia se ha rendido a sus pies y se postula como una de las favoritas para hacerse con la estatuilla correspondiente a mejor actriz. Si lo ganara nadie pondría en duda sus méritos y su merecimiento. Y si no es en esta ocasión seguro que otras no le van a faltar, porque estamos ante una de las intérpretes más importantes de su generación. 

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También hay que destacar otros aspectos del film a tener en cuenta, como por ejemplo la magnífica adaptación de la novela de mismo título en la que se basa la película (escrita por el autor irlandés Colm Tóibín) llevada a cabo por Nick Hornby, quien demuestra una capacidad asombrosa a la hora de abordar tanto la psique masculina (Alta Fidelidad, Un niño grande) como la femenina (An Education, Alma Salvaje); la ejemplar aportación de todos y cada uno de los caracteres secundarios que ayudan en la adaptación al lugar de la recién llegada, y que funcionan como un reloj a la hora de replicar y contrapuntear los deliciosos diálogos que se suceden a lo largo del film (lo que se consigue gracias a la participación de actores y actrices tan contrastados y de dilatada carrera como Jim Broadbent, Julie Walters o Jessica Paré), o la maravillosa y envolvente banda sonora firmada por Michael Brook (Jerusalem, No llores vuela).

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Brooklyn es una historia acerca de la importancia de las elecciones tomadas: dos hombres, dos países… y es en ese vaivén constante de diferencias culturales, sobresaltos emocionales y el afrontamiento ante un futuro incierto donde la película crece al mismo ritmo que su protagonista, resultando a la postre un ejercicio cinematográfico muy placentero de ver.


Brooklyn: Adiós mi Irlanda querida...