viernes. 29.03.2024
CRÍTICA DE CINE

Infiltrados en Miami: Un policía y medio

Esta enésima revisión del género de las buddy movies (películas que muestran la amistad entre dos varones protagonistas como la principal relación en la trama) viene a ser la secuela de la comedia de acción Vaya patrulla, estrenada directamente en DVD en España hace tan solo dos años. 

infiltrados cartel

 

Acción | 101 min. | USA 2016

Título: Infiltrados en Miami
Título original: Ride Along 2
Director: Tim Story.
Guión: Phil Hay, Matt Manfredi.
Actores: Ice Cube, Kevin Hart, Kevin Jong, Olivia Munn.  
Estreno en España: 06/05/2016 
Productora: Cube Vision / Universal Pictures

Distribuidora: Universal Pictures Spain.

 

Sinopsis

Ben, que trabaja como guarda de seguridad de un instituto, lleva dos años intentando demostrar al condecorado detective James que su adicción a los videojuegos no le impide estar a la altura de Angela, hermana del policía. Después de que la academia de policía acepte a Ben, este se convence de que ya se ha ganado el respeto del detective y que ahora podrá casarse con Angela. James sabe que la única forma de descubrir si Ben está realmente a la altura es llevándole a patrullar con él, y le invita a hacerlo en un turno diseñado para aterrorizar al novato.

Crítica

Esta enésima revisión del género de las buddy movies (películas que muestran la amistad entre dos varones protagonistas como la principal relación en la trama) viene a ser la secuela de la comedia de acción Vaya patrulla, estrenada directamente en DVD en España hace tan solo dos años. Como parece ser que en EEUU el film original funcionó bastante bien en taquilla los avispados productores decidieron no parar la maquinaria y perpetrar rápidamente una continuación que les garantizara pingues beneficios.

Para los más entendidos en la materia, todo se nutre de las antiquísimas relaciones establecidas en el mundo de los payasos entre los llamados clowns: amos de la pista, profesionales y dignos, y los augustos: el payaso de nariz roja,  personajes locos y grotescos. Sus personalidades antagónicas son el motor de sus tormentosas relaciones, donde uno intenta imponer la cordura y otro la locura. 

Hemos tenido ejemplos de este tipo de producciones a lo largo y ancho de la historia del cine: Dean Martin y Jerry Lewis; Terence Hill y Bud Spencer (quienes por cierto ya anticiparon una aventura policial con sospechoso parecido con el film que nos ocupa titulada Dos superpolicías en Miami) o Eddie Murphy y Nick Nolte (en el díptico Límite 48 horas), por citar tan sólo algunos de los más representativos. 

El patrón se repite hasta la saciedad, sin encontrar ningún tipo de elemento original que llevarse a la boca.

El patrón se repite hasta la saciedad, sin encontrar ningún tipo de elemento original que llevarse a la boca: todo empieza con una escena inicial de acción que sirve de presentación de la atípica pareja. Después una discusión donde se prometen que no volverán a trabajar juntos hasta que su jefe los mete en vereda y les obliga a tener que convivir para resolver un caso un poco más gordo que les obliga a trasladarse a un lugar lejano donde puedan dar rienda suelta a sus discrepancias. Más escenas de acción y comedia, mucho diálogo basado en una réplica-contraréplica continua, algún flirteo amoroso de alguno de los protagonistas con alguna colega de profesión, y la consabida secuencia final donde la pirotecnia alcanza su máximo esplendor dependiendo de la magnitud del presupuesto del proyecto (aquí no pasa de un par de explosiones y poco más).

La peripecia puede llegar a entretener al espectador menos exigente.

La pareja protagonista está formada por el lenguaraz cómico Kevin Hart, a quien hemos visto recientemente junto a Will Ferrell en Dale Duro (2014) y El gurú de las bodas (2015)  y quien ya tiene listo para estrenar Un espía y medio, otro trabajo del mismo estilo que esta Infiltrados en Miami que le unirá al musculado Dwayne “la Roca” Johnson, y el rapero Ice Cube, quien también ejerce tareas de productor después de haber cosechado un clamoroso éxito con Straight Outta Compton, biopic musical del grupo NWA que alcanzó cierta polémica al considerarse que fue uno de los grandes olvidados en la última edición de los Oscars.

Entre el resto del elenco actoral que aparece en la farsa, destacar la presencia de dos bellezones como Olivia Munn (vista en Iron Man 2, 2010 y Magic Mike, 2012 y que ha participado en la última aventura de los X-Men de inminente llegada a nuestras carteleras) y Tika Sumpter (Salt, 2010; En que piensan los hombres, 2012), además de la siempre efectiva presencia del actor de origen asiático Ken Jong, muy popular después del éxito obtenido por la trilogía de Resacón en Las Vegas, donde daba vida a Mr. Chow, rol por el que obtuvo entre otros un premio en los MTV Movie Awards.

La peripecia puede llegar a entretener al espectador menos exigente, y hay que reconocerle cierto punto de gracia de la que suelen adolecer la mayoría de producciones de este tipo. La acción gana enteros cuando la fisicidad del personaje de Kevin Hart alcanza puntos cercanos al slapstick, como en aquella escena en la que tiene que luchar a pie partido contra un caimán que quiere zampárselo a aquella otra en la que sale disparado al darse un tremendo golpe con un ventilador de techo. Y poco más, porque la pretendida química entre el poli duro y el poli tonto se pierde en el hieratismo de un Ice Cube que se pasa toda la película con cara de mala uva y sin un mínimo de expresividad necesaria para dotar de más ritmo a la trama. 

En definitiva, un producto de digestión instantánea que penaliza cualquier intento de reflexión destinado a cines de extrarradio donde el espectador no tiene más que sentarse con sus palomitas y refrescos y dejarse llevar por el mismo patrón de película una y otra vez, en una espiral de cine consumista sin fin.    


Infiltrados en Miami: Un policía y medio