AUTOR: Oriol Vila
DIRECCIÓN: Nico & Sunset
REPARTO: Agnès Busquets, Alba Florejachs, Francesc Ferrer y Xavier Serrano
CRÍTICA
Dos ancianas pasan sus últimos días en una residencia de la tercera edad. Encerradas allí las veinticuatro horas, comentan sus vidas y las esperanzas depositadas en sus hijos. Estos, en el fondo, no son más que un par de desilusiones con patas que están lejos de todos los sueños que sus madres tenían para ellos. Uno ha estudiado para doctor y tiene un buen trabajo, aunque nunca está a la altura de lo que su madre esperaba de él. El otro, que casi ni va a visitarla, y se dedica perder el dinero de esta en inversiones sin sentido y cursos de coaching.
Una noche, por accidente, las dos señoras consiguen crear una pócima que las rejuvenece. Llenas de fuerza y juventud, deciden escapar del asilo para disfrutar una noche de fiesta como hace años que no tienen. En un garito de salsa, medio desubicadas aún, se encuentran a sus hijos y terminan conociendo el lado que esto les han estado ocultando.
Estos días, y hasta mitad de enero, entre las diversas obras que se representan en el Teatre Aquitània de Barcelona, se puede encontrar una curiosa obra de humor, simple, sencilla, pero efectista: La Salsa. Si bien es cierto que las instalaciones del teatro no son gran cosa y que los asientos de la sala son de dudosa comodidad, la obra no necesita más para funcionar. Con una puesta en escena muy minimalista, la historia fluye perfectamente, llevando al público a su terreno.
Con una trama algo simplona y unos decorados muy reducidos, las actuaciones son la base de esta obra. Las interpretaciones de Francesc Ferrer y Xavier Serrano en el papel de los hijos es más que aceptable, aunque dista mucho del nivel de sus compañeras. Si bien es cierto que la obra les da más espacio a ellas para crecerse, estos no consiguen seguirles el paso. Alba Florejachs realiza una gran actuación en sus escenas como anciana, mientras que se nota una cierta desconexión en su versión más joven.
Pero la que sin lugar a dudas lleva la obra a cuestas es Agnes Busquets. Ya de por sí, el suyo es el personaje principal sobre el que gira gran parte de la trama y, de largo, el que más peso narrativo tiene. La puesta en el escenario de su personaje es genial y cuesta hasta distinguir la actriz cuando está caracterizada de mujer mayor. Su forma de andar, hablar y actuar cambia de forma drástica cuando interpreta a la rejuvenecida anciana sin llegar a romper el personaje. Además, el humor característico de la actriz permea en su interpretación y consigue hacer reír a la sala entera ya en los primeros minutos de la obra.
La Salsa es una apuesta asegurada para pasar una tarde entre risas con toda la familia. Y, aunque la comedia es la base sobre la que se cimienta la historia y el guion, detrás de esa fachada hay un mensaje profundo sobre los deseos que legamos a nuestros hijos. Una capa con un gran peso dramático que consigue encajar correctamente con el tono desenfadado de la trama. Toda una sorpresa que, con humor, hace reflexionar sobre la maternidad y su impacto en nuestras vidas.
